¿Para cuándo la Ley Vicaria?

De nueva cuenta, mujeres valientes que sufren violencia decidieron rompieron el silencio y decidieron hacer públicos sus casos con la esperanza de que las autoridades actúen en consecuencia y les brinden la protección necesaria, tanto a ellas como a sus hijos e hijas.

No es fácil reconocer públicamente que se vive una situación de esta naturaleza. La vergüenza y el miedo son factores difíciles de vencer, pero ante la inacción de la autoridad y el riesgo en el que se encuentran, es preferible hablar con el propósito de encontrar un poco de paz.

Como sucede en la mayoría de los casos, es la expareja sentimental, por lo general el padre de sus hijos, quienes las violentan de múltiples maneras y de paso afectan a los niños, niñas y adolescentes que quedan en medio de las agresiones y sufren daño emocional.

Desde la semana pasada se dio a conocer el caso de María Teresa, quien denunció a su exesposo de acosarla constantemente y reveló que cuando fue a denunciar al Centro de Justicia para Mujeres alguien le avisó al agresor y este fue a reclamarle. La filtración de información, poniendo en riesgo a las víctimas, es un asunto gravísimo, que debería tomarse muy en serio por parte de los directivos de las instituciones responsables de impartir justicia.

El caso de María del Carmen Valles fue presentado ante los medios de comunicación hace unos días. Ella señaló que su exmarido se ha dedicado a interponer denuncias en su contra acusándola de toda clase de delitos. Por esta causa ha sido detenida en dos ocasiones, la más reciente el pasado enero cuando la esposaron enfrente de su hijo y se la llevaron dejando al niño solo a la mitad de la calle. Así el actuar de las corporaciones policiacas que sin criterio pusieron en riesgo la vida de un menor de edad. Increíble.

Otro caso es el de Estefanía Bustamante, sobreviviente de un intento de feminicidio y quien lo único que busca es tener la custodia de su hija, pues vive con el temor de que su agresor se la quite.

Alejandra Barrera, por su parte, desde hace cuatro años no ve a sus hijos, pues su expareja se los quitó y no hay quien le restituya el derecho a estar con ellos.

Todos y cada uno de estos casos son lamentables y revelan el trabajo deficiente por parte de las autoridades, que entre la burocracia, la insensibilidad, la negligencia e incluso hasta la corrupción, no garantizan sus derechos y las dejan en total indefensión ante sus verdugos, que suelen gozar de la impunidad gracias a sus contactos, su dinero o simplemente por el hecho de ser hombres.

Ellas son solo una parte de las cientos de mujeres que padecen violencia y buscan justicia. Hay otras tantas que simplemente ya no están para darles voz y con su muerte dejaron en el desamparo a sus hijos e hijas. Según Guadalupe Soto Nava, titular del SIPINNA, atienden a 25 menores de edad que quedaron huérfanos de madre producto de un feminicidio y ahora buscan que tengan una beca y otros apoyos.

La propia magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado, Yolanda de la Torre, informó que ha aumentado el número de demandas por pensión alimenticia y los padres irresponsables se valen de todas las artimañas posibles para no pagar.

Insisto, todo lo anterior es solo una parte del panorama general de la violencia que padecen las mujeres en su vida cotidiana. Mientras tanto, en el Congreso local sigue congelada la llamada Ley Vicaria. ¿Para cuándo piensan aprobarla?

Punto y aparte.- Dice el secretario del Ayuntamiento, Bonifacio Herrera Rivera, que le corresponde al Gobierno Estatal atender el asunto de las llantas en desuso.

El problema de contaminación de llantas data de varios años sin que a la fecha se tengan buenos resultados en la materia. Como se ha visto en más de una ocasión, la acumulación de estos artículos es un peligro latente de incendios.

El año pasado se estimaba que en el relleno sanitario de Durango estaban un millón y medio de llantas, las cuales no tenían un destino final. Según se dijo, una empresa las reciclaría; sin embargo, el plan fracasó por incumplimiento de la propia compañía.

De manera que seguimos como al principio, sin un plan definido para el tratamiento de estos productos altamente contaminantes. ¿O qué hará al respecto la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente?

Nos leemos en X: @citlazoe