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Sequía y cambio climático

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Sequía y cambio climático

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MANUEL VALENCIA CASTRO

Este tema se ha vuelto un tema recurrente en esta columna, pero creo que ya no podrá ser de otra forma. La sequía es un fenómeno meteorológico asociado al cambio climático que puede presentarse en cualquier lugar y en cualquier momento y se caracteriza por la escasez o ausencia de agua.

Tanto las sequías como las inundaciones son el resultado de una alteración en la dinámica atmosférica de la humedad. Las sequías tienen distintas causas, algunas naturales y otras relacionadas con actividades humanas. El cambio climático está aumentando la frecuencia, duración, y severidad de las sequías. Y como ya es sabido por quienes vivimos en el norte, el fenómeno de la sequía es más severo, más intenso y con mayores impactos donde hay menos agua, por eso también somos más vulnerables al fenómeno.

Pero hoy la sequía se fue de tour a recorrer el territorio nacional. Cuando vi el Monitor de Sequía de México (MSM) no podía creer que en estados como Tabasco, Chiapas y Oaxaca se estuviera presentando una sequía severa y en algunos sitios de Oaxaca una sequía extrema. Les cuento algunas historias sobre este inesperado movimiento de la sequía. Una señora de Tabasco que no conozco puso en un grupo de WhatsApp el siguiente aviso: APOYO A LA FAUNA SILVESTRE Y DOMÉSTICA ayuda colocando recipientes con agua y fruta fresca en espacios sombreados de fácil acceso para los diversos animales que deambulan por todo Tabasco. Estamos sufriendo de altas temperaturas y escasea el agua y alimento, lo que puede provocar la muerte de diversas especies. (fin del aviso) estamos hablando del estado que más noticias de inundaciones da durante el año.

Todo lo anterior echa por tierra aquel pronóstico que decía que para 2025, o sea el año que entra, sólo dos entidades Tabasco y Chiapas tendrían la disponibilidad necesaria de agua. El que esté pasando esto en todo el territorio nacional no se debe a la naturaleza se debe a nosotros, a nuestras actividades económicas.

La siguiente historia, para acabarla, ocurre en Chiapas: un buen amigo que últimamente parece nómada porque anda de paseo por todos lados subió a su muro del Facebook las típicas fotografías del antes y el después de una cascada cuando aun tenía agua y la cascada sin agua en esta temporada en la fracción del territorio Chiapaneco que es azotado por una sequía severa.

La siguiente historia no me la contaron hace casi un mes, pasé una semana en Mazatlán, cuando voy por esos rumbos, siempre llevo la expectativa de encontrarme con una lluvia en la Sierra, la razón es muy simple: se trate o no de la época de lluvias siempre disfruta uno de una lluvia ligera o torrencial, o en ocasiones sólo del paisaje y las sensaciones que se perciben después de un lluvia que te invita a detenerte en algún paraje solitario y respirar el aire húmedo y perfumado de los pinos y la tierra mojada, observar el reflejo de las pequeñas gotas de agua que se columpian en las agujas de los árboles. Nada de esto ocurrió, pasamos sin novedad la Sierra de pinos para luego espantarnos con la selva baja caducifolia que luce más seca que nunca. Ya en el puerto, no hubo ni un solo asomo de lluvia, aunque se agradecen las excelentes temperaturas de entre 29 y 30 grados que nos tocaron. De regreso fue lo mismo, cero lluvias. Situación que coincide con la información que muestra el Monitor de Sequía de México: toda la zona que se recorre desde Durango a Mazatlán se encuentra con una sequía que va de una sequía severa a una sequía extrema y a una sequía excepcional. La única buena noticia que marca el MSM es que no se indica que será una sequía de largo periodo, esto es, más de seis meses. Lo cual siendo optimistas significa que ahora en junio tendremos lluvias.

Las lluvias en la Sierra de Durango, son de especial importancia para La Comarca ya que ahí es donde dan inicio los sistemas de flujo subterráneo que dan lugar a la formación de arroyos que descargan en los ríos en forma de manantiales y que, a lo mejor, algo le sigue cayendo a nuestros esquilmados acuíferos.

Las olas de calor son parte fundamental de las sequías, se estima que debido al cambio climático los niños nacidos después de 2014 padecerán 36 veces más olas de calor, que además serán más intensas y prolongadas. Estas olas de calor no sólo se asocian a las sequías, también pueden relacionarse con aguaceros torrenciales como los que recientemente ocurrieron en el sur de Brasil que subieron el nivel del agua hasta 7 metros.

Son tiempos de pensar en nuestras capacidades de adaptación al cambio climático, en particular a lo que ahora mismo estamos viviendo: Sequías y olas de calor.

El fenómeno de la sequía es más severo, más intenso y con mayores impactos donde hay menos agua. La sequía se magnifica en la mayoría del territorio nacional, sobre todo en el norte donde se encuentran nuestros sistemas productivos, porque dos tercios del país son áridos o semiáridos. Diversos estudios pronostican que para el 2025 sólo dos entidades, Tabasco y Chiapas, tendrían la disponibilidad necesaria, las demás es probable que sufran de estrés hídrico, desde moderado hasta muy grave.

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES sequía, agua, cambio, olas

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