Sobre Taylor Swift y las historias que nos contamos

En algún punto del Eras Tour, la gira de Taylor Swift que comenzó en marzo de 2023 y termina en unos días, Taylor decidió darle un giro especial a la sección acústica del concierto, en la que interpretaba una canción en guitarra y otra en piano, diferentes cada vez. Aquella noche en Argentina hizo un mashup de "Is it over now?" y "Out of the woods", dos canciones del álbum 1989 (Taylor's Version) que ya habían despertado la sospecha de los swifties respecto a la similitud en la narrativa, como si estuviéramos escuchando dos partes de una misma historia.

No voy a hablar de lo que esto representa en términos musicales porque mi conocimiento sobre el tema es nulo, así que hablaré sobre algo que me interesa profundamente: resignificar las historias que nos contamos, especialmente cuando son sobre nosotras mismas.

"Cornelia Street" es uno de los temas más queridos por los swifties. La canción toma como título una calle neoyorquina y es en esa ciudad en la que transcurre la historia de una mujer joven que se deja embriagar por la sensación de estar apenas enamorándose al tiempo que aprende a confiar en el personaje a quién le canta: "Espero nunca perderte, espero que esto nunca termine, nunca caminaría por Cornelia Street de nuevo".

"Maroon" es otra canción que ocurre en Nueva York. He leído muchas veces que uno de los aspectos más destacables de la escritura de Swift es su capacidad de crear una pintura o una película con sus palabras, con la construcción de la canción. "Maroon" es una de las canciones en las que es posible identificar esto con mayor claridad: dos conocidos que, después de compartir "una botella de vino rosado barato" en el departamento de él, se vuelven inmediatamente cercanos, en uno de esos momentos en los que la conexión se dispara con una intensidad que ocurre pocas veces en la vida. Swift juega con diferentes tonos del rojo para narrar la relación: la mancha del vino tinto en una camiseta (que imagino blanca) como símbolo de esa química desbordada, marcas en la clavícula que señalan que los labios escarlata tienen su propio hogar, óxido en los teléfonos que marcan la distancia que crece y eventualmente lo consume todo. "Te elegí / te perdí" es la frase que marca los coros.

"The Bolter" no sólo tiene una narrativa visual poderosa, sino a la que me parece que es la protagonista más interesante de las canciones de Swift. La canción empieza con una descripción: "un rostro encantador, espléndidamente egoísta, encantadoramente indefensa, divertida hasta que la conoces demasiado y ella huye como si fuera una carrera". Esta protagonista sobrevivió una caída en aguas congeladas y ahora, cada vez que siente que necesita escapar, la huida se le presenta como ese primer respiro fuera del agua, comprobando que está viva. Para muchas admiradoras de Swift la canción es sobre una chica que le teme al compromiso, pero para mí representa ese amor por la aventura y el saber que al final, si todo sale mal, siempre puedes elegirte a ti misma. "The Bolter" guarda también la frase que resume el arte de Swift: "ella tiene las mejores historias".

Taylor hizo un mashup de "Cornelia Street" con "Maroon" y, muchos conciertos después, con "The Bolter". Y me resulta fascinante cómo en ese gesto se encuentra la resignificación de una narrativa sobre el amor y las formas en que afrontamos las pérdidas: "Espero nunca perderte, espero que esto nunca termine... Y te perdí, a ti, con quien bailé descalza en Nueva York", dice el primero de los mashups.

"No quiero perderte, espero que esto nunca termine... Pero mientras ella se iba se sintió libre", dice el segundo. @calvobcarla se preguntó en TikTok: "¿cómo que Taylor mezcló una canción llena de ansiedad por perder a quien amas con otra sobre salir huyendo para decir que dejar ir al que pensabas que era el indicado, aunque te asustaba mucho, en realidad resultó liberador?".

Rob Sheffield, que ha escrito bastante sobre Swift, recientemente declaró para Variety que, contrario al estereotipo que la rodea, los hombres no son los protagonistas de sus canciones, sino simplemente musas, si quisiéramos sonar como un poeta torturado: "los chicos están ahí para ayudar al proceso de autodescubrimiento de las protagonistas, son en realidad espacios en blanco para que ellas construyan su identidad".

En esta época en que valores híper conservadores están volviendo disfrazados de tendencias que a primera vista parecen inofensivas (como las tradwives, de las que escribiré después) creo que es necesario reforzar lo que dije ya cuando escribí sobre "All too well": aún si dedicamos nuestra vida a escribir sobre el amor, ese es sólo el punto de partida, el fondo es lo que deseamos y dejamos de desear, nuestro crecimiento, porque las protagonistas siempre somos nosotras.

IG: @sacncalderon