5 escapadas naturales en Durango
El puente del 16 de septiembre se presta para dejar atrás la rutina y lanzarse a descubrir la naturaleza cerca de la capital duranguense. Son varios días de descanso que invitan a caminar, respirar aire fresco y, de paso, hacer un poco de senderismo o actividad física. Lo mejor es que todos estos destinos están a menos de dos horas de la ciudad, con cuotas de entrada que van de los 20 a los 100 pesos, accesibles para cualquiera que quiera desconectarse un rato.
Estos cinco destinos son solo una muestra de lo que Durango ofrece para escapar de lo cotidiano. Todos invitan a moverse, respirar aire limpio y disfrutar de paisajes únicos, perfectos para aprovechar el puente largo de septiembre. La recomendación es simple, planear con anticipación, llevar lo necesario y, sobre todo, disfrutar sin dejar rastro, respetando la naturaleza para que siga siendo un refugio para todos.
1. Cañón de Catedral
Ubicado en la localidad de Ignacio López Rayón, municipio de San Juan del Río, a poco más de hora y media de la capital, este cañón es una joya natural que combina paisajes de roca impresionantes con el paso del río San Juan.
Para llegar hasta el corazón del cañón hay que caminar al menos un kilómetro, lo que lo convierte en una experiencia de senderismo ligera pero disfrutable. El sitio es perfecto para pasar un día en contacto con la naturaleza, refrescarse en el agua y hasta improvisar un pícnic. Lo recomendable es llevar ropa cómoda, calzado resistente, además de snacks o alimentos, ya que las opciones para comer en la zona son limitadas.
Estando ahí, se puede aprovechar para visitar otros lugares importantes de San Juan del Río, como La Coyotada, lugar donde nació Francisco Villa. También se puede recorrer el pueblito y disfrutar de una nieve en la plaza.
2. Volcán El Jagüey
En el poblado Ricardo Flores Magón, municipio de Canatlán, se encuentra este volcán inactivo que se ha convertido en punto de encuentro para curiosos y aventureros.
Sus vistas son espectaculares y, desde hace más de un año, el sitio ha ganado fama como uno de los lugares favoritos para observar el eclipse solar que se vivió en abril de 2024. Además, los habitantes cuentan historias sobre luces misteriosas en el cielo y aseguran que es un punto ideal para el avistamiento de OVNIs, lo que lo hace todavía más atractivo.
El camino es sencillo, aunque lo mejor es llevar calzado cómodo y algo de comida, pues no hay servicios cercanos.
3. Salto del Agua Llovida
Considerada una de las cascadas más bellas de México, el Salto del Agua Llovida es un espectáculo natural con una caída de casi 100 metros de altura y aguas de un azul turquesa que se iluminan con arcoíris en temporada de lluvias. Llegar hasta ahí implica recorrer la Sierra Madre Occidental por la carretera Durango–Mazatlán y después tomar la desviación hacia la Sierra de Nayar. El acceso puede ser complicado y se recomienda llegar en camioneta, pero la experiencia vale la pena.
Lo más llamativo es que en este sitio no hay señal, lo cual puede sonar extremo, pero es perfecto para quienes de verdad quieren desconectarse. Hay áreas para acampar, cabañas y miradores que regalan vistas espectaculares. Aunque suele haber visitantes los fines de semana, la experiencia se disfruta igual en familia o con amigos. La entrada ronda los 50 pesos por persona.
4. Jardín de Piedras en Mexiquillo
En el kilómetro 145 de la carretera Durango–Mazatlán, dentro del municipio de Pueblo Nuevo, se encuentra uno de los parques naturales más famosos de la región: Mexiquillo. Su Jardín de Piedras, crea un paisaje que muchos comparan con la superficie lunar. El sitio invita a caminar largas distancias entre bosques, cascadas y barrancas, lo que lo convierte en una opción excelente para quienes buscan reconectar con la naturaleza.
Es también el lugar perfecto para los amantes de las fotos “aesthetic”, ya que cada rincón ofrece escenarios espectaculares. Muy cerca hay cabañas, aunque casi siempre es necesario reservar con anticipación, pues la demanda es alta en fines de semana largos; si se tiene suerte, se puede encontrar algo disponible de último minuto.
5. Tres Molinos y Ventanas
Para quienes buscan combinar senderismo, río y hasta un reto físico, esta dupla de destinos es una gran alternativa. Ubicado rumbo a carretera La Flor, en Tres Molinos se puede acceder con vehículo hasta la parte baja y disfrutar de un río rodeado de arena, lo que le ha valido el apodo de “la playa escondida”. Es un espacio perfecto para pasar el día en familia, hacer un pícnic y refrescarse en el agua. Ventanas, en cambio, exige un poco más, pues combina escalada ligera con senderismo hasta llegar al río, donde también se puede aprovechar para descansar y hacer fotografía.
En este último caso, sí es indispensable contar con calzado y ropa adecuada, además de llevar suficiente agua y comida. Por ahora todavía se puede visitar, aunque se habla de que con la futura construcción de la presa El Tunal II, el acceso podría restringirse. En el caso de Ventanas, todavía será posible recorrer hasta la mitad de la ruta conocida por los que practican senderismo, a la altura de la “piedra gigante”, que es aproximadamente la mitad del camino.
