Araña violinista: así se ve la picadura de este arácnido

La araña violinista, también conocida como Loxosceles reclusa, es una de las especies de arácnidos más temidas en distintas regiones de América. Su nombre proviene de la marca en forma de violín que posee sobre el dorso, y aunque no es agresiva por naturaleza, su picadura puede tener consecuencias severas si no se atiende a tiempo.

¿Cómo es la picadura?

La mordedura de la araña violinista suele pasar desapercibida en un inicio. Muchas personas no sienten dolor al momento del contacto. Sin embargo, con el paso de las horas, la zona afectada puede presentar enrojecimiento, inflamación, dolor intenso, y en casos más graves, necrosis del tejido.

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Uno de los signos más característicos es la formación de una úlcera que crece con el tiempo. Esta lesión puede tardar semanas e incluso meses en sanar por completo y, en algunos casos, deja cicatrices visibles. Además, en situaciones severas o en personas con condiciones de salud preexistentes, la picadura puede derivar en síntomas sistémicos como fiebre, náuseas, dolor muscular e insuficiencia renal.

¿Qué hacer si te pica una?

Si se sospecha una picadura de araña violinista, lo más recomendable es acudir de inmediato a un centro médico. No se debe aplicar hielo directamente ni intentar cortar o succionar la herida. Llevar al profesional de salud una foto del arácnido (si es posible) puede ayudar en el diagnóstico.

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¿Dónde habita?

La araña violinista prefiere lugares oscuros, cálidos y secos, como closets, áticos, detrás de muebles o dentro de zapatos que han estado almacenados. Es importante sacudir la ropa y revisar los rincones de la casa, sobre todo si se vive en zonas donde este tipo de arácnido es común.