
Asamblea de comuneros analiza restitución del predio adquirido por Noroña en Tepoztlán
La polémica en torno al predio adquirido por el senador Gerardo Fernández Noroña en Tepoztlán, Morelos, escaló este fin de semana. La asamblea de Bienes Comunales conoció la petición de iniciar un juicio de restitución de la propiedad valuada en unos 12 millones de pesos, ubicada en la zona del Valle de Atongo, uno de los espacios de mayor plusvalía del Pueblo Mágico.
Una asamblea dividida y pospuesta
Durante la sesión, los comuneros discutieron el tema, pero acordaron que será hasta el mes de octubre —cuando tome protesta el nuevo comisariado— cuando se determine si procede iniciar un juicio de restitución. En medio del debate, se pidió retirar a los medios de comunicación y prohibir grabaciones, al considerar que la presión política es alta y podría enturbiar la decisión.
Protestas y acusaciones de amenazas
Rubén Tapia Gama, abogado agrario y comunero de Tepoztlán, relató que la semana pasada encabezó una protesta frente a la propiedad del senador, donde exigieron aclarar la legalidad de la compra. Sin embargo, acusó que la respuesta de Fernández Noroña fue minimizar la manifestación y lanzar advertencias: “amenazó con que quienes participamos la pasaríamos muy mal”, afirmó.
El propio Tapia aseguró sentirse amenazado junto con su familia por las declaraciones del legislador.
La defensa de Noroña
Fernández Noroña ha sostenido públicamente que su propiedad es legítima y que, en todo caso, podría permanecer en su poder hasta por 99 años. En tono desafiante, llegó a retar a los comuneros a que “pasen por encima de mí” si buscan arrebatársela.
Sin embargo, las autoridades comunales recuerdan que Tepoztlán es territorio de carácter comunal: cualquier cesión de derechos debe aprobarse en dos asambleas generales y no existen constancias de posesión entregadas al senador.
Un municipio con memoria legal
No sería la primera vez que los comuneros de Tepoztlán inician procesos de restitución. En la década de los 90 lograron recuperar 187 hectáreas destinadas a un campo de golf, y años más tarde restituyeron las tierras que ocupaba la residencia conocida como “La Quinta Piedra”, propiedad de Guillermo Ocelli, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Estos antecedentes refuerzan la idea de que la asamblea tiene la última palabra y que los litigios, aunque largos, suelen resolverse a favor de la comunidad.