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Bases, principios, fines y desafios actuales de nuestra seguridad nacional

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Bases, principios, fines y desafios actuales de  nuestra seguridad nacional

Bases, principios, fines y desafios actuales de nuestra seguridad nacional

HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ

La Seguridad Nacional en México enfrenta hoy desafíos complejos que van desde el poder creciente del crimen organizado trasnacional, una corrupción desbordada y la presión geopolítica derivada de la competencia entre EUA-China, hasta amenazas no tradicionales como el cambio climático, la ciberseguridad y la migración masiva. Estos retos ponen en juego la estabilidad política, el bienestar social y la soberanía del país, lo que hace indispensable reafirmar las bases que sustentan su deber ser: "Nuestra Constitución como marco jurídico supremo, la legislación especializada que define sus alcances, la experiencia histórica que forjó un nacionalismo defensivo, y la idiosincrasia mexicana que vincula seguridad con desarrollo y justicia social".

El "Deber Ser" de la Seguridad Nacional se sostiene en cuatro pilares: "Bases jurídicas": la Constitución Política en artículos como el 25, 27, 29, 89 fracción VI y 129, establecen la obligación del Gobierno de preservar la soberanía, la integridad territorial, el orden constitucional y la seguridad interior. "Bases legales": la Ley de Seguridad Nacional (2005), las leyes orgánicas de las Fuerzas Armadas y Guardia Nacional, así como planes y programas de seguridad que definen competencias, límites y responsabilidades institucionales. "Bases históricas": la defensa contra invasiones extranjeras en el siglo XIX, la Revolución Mexicana y la evolución hacia un concepto multidimensional en el siglo XXI, que marcan la trayectoria de un Estado soberanista, defensivo y adaptativo.

Y "la Base idiosincrática" donde la cultura política mexicana se caracteriza por su nacionalismo, doctrina de no intervención y la concepción de que la seguridad está vinculada con la justicia social y el bienestar colectivo.

Nuestra "Doctrina se guía por principios" que orientan toda acción en la materia: Soberanía e independencia; Integridad territorial; Defensa del orden constitucional y gobernabilidad democrática; Legitimidad del poder civil sobre el militar; Unidad nacional y supremacía del interés colectivo; Multidimensionalidad en el abordaje de amenazas; Cooperación internacional bajo el principio de no intervención; y la "Prevención que anticipa mediante inteligencia estratégica".

Sus "Fines" son los objetivos que persigue su aplicación práctica: asegurar la existencia y permanencia del Estado mexicano; proteger la soberanía y la independencia nacional; mantener la integridad del territorio; preservar la gobernabilidad democrática y el orden constitucional; garantizar la protección de la población ante amenazas graves; salvaguardar la infraestructura estratégica y recursos vitales; contribuir al desarrollo nacional sostenible; y fortalecer la posición internacional de México como actor soberano y confiable.

Los "Desafíos Actuales" son las amenazas que están poniendo a prueba la eficacia interna de sus instituciones y su resiliencia: la delincuencia organizada trasnacional, narcotráfico, tráfico de armas, minería ilegal, extorsión y control territorial de cárteles; la debilidad institucional por corrupción, impunidad y cooptación de autoridades locales.

La corrupción es una amenaza directa a la Seguridad Nacional porque debilita al Estado desde dentro; empodera al crimen como actor político y económico; afecta gobernabilidad y confianza ciudadana; erosiona soberanía ante presiones extranjeras; y rompe el vínculo entre seguridad y desarrollo.

"Un Estado corrupto no puede garantizar su propia seguridad nacional, cuando entrega de facto su soberanía a intereses criminales y externos".

Las exigentes presiones geopolíticas de EUA sobre drogas, migración, y creciente influencia de China en sectores estratégicos; seguridad fronteriza, flujos masivos en nuestras fronteras sur y norte generando tensiones humanitarias y seguridad; riesgos económicos, energéticos, dependencia de importaciones, vulnerabilidad de infraestructura crítica y economía criminal paralela; ciberseguridad, ataques a sistemas gubernamentales y financieros, espionaje y manipulación digital; amenazas no tradicionales como cambio climático, desastres naturales, crisis ambientales y emergencias sanitarias:

Son desafíos actuales que obligan a concebir nuestra Seguridad Nacional, como el pilar indispensable para la soberanía y el desarrollo, garantizando estabilidad del Estado y bienestar de la población, exigiendo fortalecer instituciones, anticipar riesgos y mantener la unidad nacional, con visión multidimensional que trascienda lo militar y coloque al país en condiciones de defenderse, prosperar y proyectarse con dignidad en el ámbito internacional.

Requerimos aplicar un pensamiento crítico-estratégico que analice y supervise con claridad quirúrgica los temas de seguridad y desarrollo nacional, crimen organizado, inteligencia y diplomacia. Que no pierda el sentido crítico frente a la cohabitación entre poder criminal y régimen político. Privilegie la precisión doctrinal, visión histórico-geográfica y una inteligencia estratégica que produzca propuestas operativas congruentes, éticas y viables.

Calibrando la brújula hacia el equilibrio geopolítico, considerando a México como pivote potencial entre bloques globales, regionales e internos, logrando soluciones con rigor, y narrativa congruente y positiva.

"Diseñar, preparar y aplicar estrategias cívico-militares: de defensa, desarrollo y diplomáticas, con hambre de datos duros, pensamiento crítico-estratégico profundo y marcos bien armados".

* El autor de esta colaboración es General de División Estado Mayor y Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales.

Escrito en: OPINIÓN Con México en la Mente seguridad, Estado, Seguridad, soberanía

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