
Serie. Caliente de Durango se llevó la serie ante Sultanes, con un juego por disputar esta noche.
El estadio Francisco Villa vivió una noche histórica y llena de dramatismo, cuando Caliente de Durango protagonizó una remontada espectacular para dejar tendidos, 7-6, a los Sultanes de Monterrey en el segundo juego de la serie. Los duranguenses, que parecían condenados a la derrota, explotaron en las últimas dos entradas con 3 carreras en la octava y 4 en la novena, logrando un triunfo épico frente a su afición.
El ataque decisivo comenzó en la octava entrada, cuando Alejandro Álvarez y Oswaldo Arcia encendieron la chispa ofensiva con imparables productores que acercaron a los "rojinegros" en el marcador. Pero la verdadera locura se desató en la novena, cuando la ofensiva local llenó las bases y apareció el momento más esperado de la noche: Ricky Álvarez, al primer ofrecimiento del cerrador regio, conectó un sólido batazo al jardín derecho que permitió la carrera del triunfo, dejando a los "fantasmas grises" tendidos en el terreno.
La ofensiva duranguense brilló con contundencia. Álvarez terminó con dos imparables, un doble y dos carreras producidas, alcanzando 49 empujadas en la temporada. Arcia sumó su producción 37, mientras que Randall Romero impulsó la carrera que igualó el encuentro para llegar a 28 remolcadas. Gilliam también contribuyó con un doble y una impulsada. En conjunto, el equipo bateó de 4-11 con corredores en posición de anotar y, pese a dejar ocho hombres en circulación, fue letal en los momentos de mayor presión.
Las producciones clave llegaron con dos outs, incluido el imparable de Arcia y las dos empujadas de Ricky Álvarez, que se convirtieron en el alma de la remontada. El "Francisco Villa" estalló en júbilo mientras los jugadores celebraban en el diamante un triunfo que reafirma el carácter combativo de este equipo.
Con esta victoria, Caliente gana la serie y manda un mensaje claro de que en casa, y con corazón, nunca se puede dar por muerto a Durango. La historia de la noche quedará marcada por el batazo de Ricky Álvarez, un verdadero "hit de oro" que convirtió la derrota en gloria ante los Sultanes.
Esta noche se juega el tercero de la serie.