'Callar sería rendirme': madre de Carlos Emilio, a más de un mes de su desaparición en Mazatlán

Ha pasado más de un mes desde la desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, un joven duranguense de 20 años de edad que estaba de viaje en el puerto de Mazatlán. Desde aquel doloroso 5 de octubre, su madre no ha parado la búsqueda, y a la fecha continúa lanzando mensajes contundentes en redes sociales.

La desaparición de Carlos Emilio

Era la madrugada del domingo 5 de octubre, cerca de las 02:30 horas, cuando el joven Carlos Emilio se encontraba acompañado de unas primas en el restaurante-bar Terraza Valentino, en plena Zona Dorada del puerto de Mazatlán.

Luego de decir que iría al baño, Carlos Emilio no pudo ser localizado otra vez, y desde entonces no se tiene pista sobre su paradero.

Desde ese fin de semana, en redes sociales comenzó a circular la información, que pronto llegó a medios nacionales y fue motivo de diversas manifestaciones, tanto en Durango, lugar de origen de Carlos Emilio, como en Mazatlán.

A poco más de un mes desde que se perdió rastro de Carlos Emilio, su madre, Brenda Gil Valenzuela, sigue usando sus redes sociales para mandar mensajes sobre la desaparición de personas, y con el afán de tratar de localizar a su hijo.

“Callar sería rendirme”

En un mensaje reciente que publicó en redes sociales, Brenda recordó lo que significa enfrentarse al dolor de buscar a un desaparecido en México, abordando temas como la indiferencia y falta de empatía.

“Entre autoridades que no actúan, desconocidos que amenazan o intentan extorsionar, medios y personas que difaman o juzgan sin empatía, y una parte de la sociedad que se molesta por las marchas, las publicaciones o las mantas que reclaman justicia, cada día de búsqueda se vuelve una batalla contra la indiferencia y el olvido”, dijo.

Y siguió diciendo que “ver pasar las horas y los días sin respuestas de quienes están preparados para investigar y proteger a las víctimas de desaparición forzada es indignante”.

“Nos hemos acostumbrado a vivir en un país donde imperan la impunidad y la indiferencia hacia los desaparecidos”, indica en su texto Brenda, resaltando que “las familias, los amigos y la sociedad empática debemos salir a hacer el trabajo que el Estado no hace: buscar, sostener, visibilizar… todo mientras cargamos con el dolor, la inseguridad, el agotamiento y la escasez”.

Sobre la incertidumbre en torno al caso, dijo que cada día se pregunta “¿qué es lo que las autoridades no logran ver o investigar con tanta información disponible?”, pues en la espera el temor crece, “el miedo de que mi voz se apague de tanto dolor o de que, al salir a buscarlo, yo también desaparezca”.

Y finalizó mandando un mensaje contundente, con el afán de intentar recuperar a Carlos Emilio.

“Temo que mi insistencia incomode, pero callar sería rendirme. Por eso, apelo a quienes tengan a mi hijo, a quienes saben dónde está: tengan compasión, por él, por mí, por este país que ya no soporta más violencia. Porque quienes deberían garantizarnos una vida segura no lo hacen, porque no es natural el dolor de una madre que pierde a su hijo, y porque México no necesita más miedo: necesita humanidad”.

Y concluyó con un último mensaje: “no me cansaré de pedir lo justo: vivo se lo llevaron y vivo deben regresarlo”.