
Cleopatra
La última reina del Imperio Antiguo de Egipto, Cleopatra es, probablemente, una de las figuras femeninas más conocidas de la antigüedad. No sólo por haber sido una de las pocas mujeres al mando de un Imperio de la magnitud del egipcio sino por lo joven que era cuando accedió al trono, por su supuesta belleza e intelecto y por sus amores con Julio César y Marco Antonio, de quien se enamoró perdidamente y con el que acabaría casándose y teniendo varios hijos.
Desafortunadamente, en plena guerra un falso informe hizo creer a Marco Antonio que Cleopatra había muerto y éste decidió acabar con su vida. Poco después Cleopatra también se suicidó, dejando una carta en la que solicitaba ser enterrada junto a su difunto y amado esposo. Pero, Cleopatra no murió por amor, como creen muchos. Al igual que Marco Antonio, que se suicidó porque ya no había un lugar de honor para él en el mundo, ella eligió morir en lugar de sufrir la violencia de ser mostrada y avergonzada por las calles de Roma.
Cleopatra fue una mujer muy inteligente, increíblemente culta tenía el dominio de más de cinco idiomas, entre ellos el arameo y el latín, fue instruida en literatura, música, política, matemáticas, astronomía y medicina.
Esta chica tenía además una hermosa personalidad que hasta Hollywood suele retratarla como una glamorosa femme fatale, capaz de seducir a todo el que se cruzaba en su camino. Y fue precisamente así, a través de la seducción, como logró mantenerse en el poder durante toda su vida.
Para esta cultura, especialmente para sus mujeres, era extremadamente importante y necesaria la belleza, por eso estaban constantemente inventando productos que las mantuvieran dentro de los patrones de 'perfección' de la época.
Fue Cleopatra, quien de los objetos más comunes sacaba las ideas más extrañas y revolucionarias. ¿Quién pensaría que de unos bichos podría salir algo que resaltara el color de los labios? ¿Que un pequeño enjambre de abejas brindaría satisfacción sexual?, o ¿que el semen del hombre serviría para rejuvenecer? Pues la ingeniosa Cleopatra, erudita en ciencias y casi siempre rodeada de intelectuales, descubrió estos secretos de la naturaleza, y los utilizó como una especie de 'elixir de la juventud'.
Cada mañana se sumergía en baños de leche y miel, a los que agregaba agua de azahar y manzanilla, tenía a su disposición un esclavo que le proveía el líquido para aplicárselo todas las noches en el rostro, este preparado, al parecer, era su crema antiarrugas, el maquillaje de ojos usado por Cleopatra estaba hecho de plomo y sales para oscurecer sus ojos, que además estimulaban el sistema inmunológico, y funcionaba como antiséptico y protegía los ojos de los rayos solares.
Hierbas y plantas como los opiáceos eran utilizados para producir fragancias que los utilizaba para seducir. Al mezclar huevos de hormiga y escamas de pescado con escarabajos rojos molidos, se obtenía un color carmín intenso para pintarse los labios, la reina mandaba a moler el oro para combinar el polvo con diversas cremas que aportaban luminosidad a su rostro y cuerpo, acostumbraba a usarlo todos los días.
Y la cereza del pastel, algunos dibujos plasmados en las paredes y ciertos objetos encontrados por arqueólogos y científicos en las pirámides de Egipto sugieren que Cleopatra fue la primera mujer en utilizar un vibrador. Se dice que empleaba una especie de forro de cuero fino lleno de abejas, que al zumbar le proporcionaban placer.
La seducción es la persuasión que usamos para poder conquistar a alguien, para esa conquista estamos dispuestas a sacar toda nuestra artillería de encanto, de belleza, de sonrisas y de inteligencia. Para poder seducir hay que haber aprendido a auto seducirnos, viene de adentro y está vinculado con quienes somos y de dónde venimos, es un camino hacia el centro del alma, conocernos y darnos auto-cariño es una herramienta de seducción poderosa, nada sale hacia afuera si primero no está dentro de nosotros, primero enamórate de ti y después de quien tú quieras.
Si quieres conquistar el mundo, primero tienes que conquistarte a ti misma. Despierta tu gran Diosa, tu sensualidad, reconecta con tu energía femenina, lo femenino no tiene que ver con grandes pechos ni caderas redondas, lo femenino viene de adentro, activa tu magnetismo. Disfruta de tu lado seductor, no lo olvides en tu closet, llévalo contigo.