
¿Cómo desinfectar la lechuga de manera sencilla? Evita lavarla solo con agua
Aunque la lechuga es uno de los ingredientes más utilizados en diversos platillos de la gastronomía mexicana, existe aún algo de duda en torno a cómo desinfectarla de manera correcta, para evitar que esta represente un riesgo para la salud.
Si bien, algunos siguen optando por solo lavar la lechuga con agua, existen ciertos riesgos de no desinfectarla de la manera correcta, pues los residuos o microorganismos presentes sn sus hojas pueden contener patógenos como Escherichia coli, Salmonella y Listeria.
Una forma sencilla de desinfectarla
Uno de los métodos que ha comenzado a adquirir popularidad es el uso de vinagre blanco como desinfectante para la lechuga, pues este método, además de ser accesible, es un buen producto para eliminar residuos y microorganismos, reduciendo la transmisión de enfermedades.
El ácido acético, componente principal del vinagre blanco, posee propiedades antimicrobianas que le permiten actuar contra bacterias y hongos. Por esta razón, se utiliza tanto en tareas domésticas de limpieza como en la desinfección de frutas y verduras.
Este tipo de vinagre se obtiene de la fermentación de alcoholes de la caña de azúcar, el maíz o la melaza. Debido a la capacidad antiséptica y antibacteriana del vinagre, este se convierte en una buena alternativa para mantener la higiene en los alimentos.
De acuerdo con lo que indica la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), los vegetales y frutos frescos pueden contaminarse desde que se cultivan, pues estos pueden ser afectados por factores como fertilizantes o agua con agentes externos. Por este motivo es que se recomienda su desinfección antes de consumirlos.
¿Cómo limpiar la lechuga con vinagre blanco?
Limpiar la lechuga con vinagre es muy sencillo, pues basta con enjuagar las hojas bajo el grifo para quitar restos de tierra, y después sumergirlas en una mezcla de una taza de vinagre por cada tres tazas de agua.
Bastará con dejar la lechuga 10 minutos en esta mezcla, asegurándose de que todas las hojas estén completamente cubiertas.
Luego de esto, es importante enjuagar la lechuga con agua fría para eliminar cualquier resto de vinagre, y escurrirla antes de servirla o usarla.
Este método es una forma sencilla y económica de desinfectar las hojas sin cambiar ni el sabor ni la textura, por lo que se ha vuelto un ingrediente esencial en miles de cocinas.