
Seco. El campo continúa seco en la entidad, no hay lluvias importantes desde el 6 de septiembre del año pasado y eso ha provocado un suelo seco.
Durango continúa enfrentando un marcado déficit de lluvias al cierre del cuarto mes del año. Actualmente, el acumulado está 69.2 por ciento por debajo del promedio histórico, y lo más preocupante es que no se esperan precipitaciones significativas hasta junio, aunque podría registrarse algo de lluvia durante mayo.
Víctor Hugo Randeles Reyes, titular del Departamento de Meteorología e Hidrología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Durango, informó que abril terminó, una vez más, sin lluvias.
"No tuvimos registro de precipitaciones en el estado, cerramos nuevamente en cero milímetros", precisó.
Con este, ya son tres meses consecutivos sin lluvias: febrero, marzo y abril. En enero apenas se registraron 10.8 milímetros, principalmente por las nevadas y aguanieve en la zona serrana.
En total, en los primeros cuatro meses del año se han acumulado únicamente 10.8 milímetros de agua, cuando el promedio para este periodo es de 35.1 milímetros, lo que representa un déficit del 69.2 por ciento.
¿QUÉ SE ESPERA PARA MAYO?
De acuerdo con Randeles Reyes, para mayo se prevén entre 16 y 18 milímetros de lluvia, es decir, un 40 por ciento más de lo que usualmente se registra en ese mes, cuyo promedio es de 13.3 milímetros.
Sin embargo, las precipitaciones relevantes se esperan hasta junio, mes en el que podrían presentarse algunos aguaceros en diversas zonas del estado.
"En junio esperamos un 35 por ciento por encima del promedio mensual, que es de 62 milímetros; podríamos alcanzar poco más de 80 milímetros de agua", explicó el funcionario.
No obstante, advirtió que, aunque lleguen a registrarse los 18 milímetros previstos para mayo, estos no serán suficientes para revertir la sequía, que se mantendrá intensa durante este mes.
Randeles Reyes recordó que en Durango no se registran lluvias importantes desde el 6 de septiembre del año pasado. En los primeros seis días de ese mes, se acumularon 108 milímetros, pero, desde entonces, las precipitaciones han sido prácticamente nulas.
Ricardo Hernandez