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Consejos para medirse en las posadas

Iniciar la posada con un snack saludable reduce la tentación de comer con exceso.

Iniciar la posada con un snack saludable reduce la tentación de comer con exceso.

EL SIGLO DE DURANGO

La temporada decembrina está por comenzar y, con ella, las posadas que reúnen platillos típicos, postres irresistibles y bebidas festivas.

Aunque estas celebraciones forman parte importante de la tradición, también representan un momento en el que la alimentación y el consumo de alcohol pueden desbordarse con facilidad.

Sin embargo, disfrutar con equilibrio es posible. Con algunas estrategias enfocadas en salud, nutrición y bienestar, cualquier persona puede sumarse al ambiente sin comprometer su bienestar.

A pocos días de que inicie este ciclo de reuniones, se comparten cinco recomendaciones que ayudan a mantener la armonía entre la celebración y el cuidado personal.

Dieta lo más balanceada

El primer consejo consiste en comer algo ligero antes de llegar a la posada. Preparaciones sencillas que incluyan fibra, proteína o grasas saludables, como yogurt natural, frutos secos, verduras frescas o un sándwich integral, permiten regular el apetito y evitar atracones cuando la mesa está llena. Llegar con saciedad moderada facilita elegir mejor y disfrutar sin exagerar.

Otra recomendación importante es optar por porciones pequeñas y servirse solamente una vez. Las mesas llenas de guisos, panes, botanas y postres pueden resultar abrumadoras, pero elegir cantidades moderadas hace más sencilla la digestión y permite probar de todo sin caer en excesos.

Priorizar opciones horneadas o frescas sobre las fritas y decidir entre un postre o un extra salado ayuda a mantener un balance calórico razonable.

Medirse con el alcohol

En cuanto a las bebidas, es fundamental moderar el consumo de alcohol. Alternar cada copa con un vaso de agua y elegir bebidas menos azucaradas, como vino tinto, cerveza ligera o mezclas con agua mineral, contribuye a reducir la ingesta calórica y a mantener la hidratación.

Esto no solo mejora la sensación general durante la reunión, sino que disminuye la fatiga y los malestares posteriores.

Mantenerse en movimiento durante la posada también puede marcar una diferencia. Bailar, caminar por el lugar o simplemente no permanecer sentado durante largos periodos ayuda a activar la circulación y a favorecer la digestión. Aunque no sustituye al ejercicio formal, esta movilidad ligera compensa en parte la comida abundante y el tiempo sedentario característico de las celebraciones.

Finalmente, escuchar las señales de saciedad del cuerpo es clave. Comer despacio, masticar bien y prestar atención al sabor de los alimentos permite reconocer el momento en que ya no es necesario seguir comiendo.

Esta práctica de alimentación consciente evita incomodidades posteriores y fortalece la relación equilibrada con la comida incluso en un entorno festivo.

Escrito en: Salud y bienestar posadas elegir, mantener, durante, saciedad

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