
Cuatro años de incertidumbre
La administración del Presidente Trump apenas está comenzando y en el poco tiempo que lleva a desestabilizado el tablero político y económico de los Estados Unidos a un punto que puede resultar en un daño permanente a las instituciones de ese país.
La agenda económica del presidente Donald Trump que busca recuperar la capacidad de manufactura vía la imposición de aranceles, tendrá efectos negativos para los consumidores, ya que resentirán un alza de precios en los bienes cuyos insumos están sujetos a aranceles.
No sólo los ciudadanos estadounidenses se verán afectados con las decisiones de alto impacto económico que Trump toma de un día para otro. Un día anuncia aranceles a México, Canadá y China, al siguiente anuncia una tregua de un mes para que México y Canadá demuestren que pueden detener el tráfico de migración ilegal y de fentanilo.
El día de ayer Trump acaba de anunciar un arancel de 25% para el acero y aluminio que importa Estados Unidos. El arancel a estos productos es general, todas las empresas internacionales, incluidas las empresas mexicanas, que le venden acero y aluminio a empresas de Estados Unidos, tendrán que pagar ese arancel, lo que al menos en el corto plazo elevará los precios de los productos que se fabrican con esos insumos en los Estados Unidos.
Nuestro país, el principal socio comercial de los Estados Unidos, resentirá especialmente las decisiones que tome Trump dependiendo de la coyuntura del día, tanto doméstica como internacional. Serán cuatro años de incertidumbre que necesariamente tendrán un impacto en las decisiones que tomen las grandes empresas para invertir en México.
El incentivo más grande que tienen estas empresas para construir plantas industriales en México es situarse a pocos kilómetros de la frontera con el mercado más grande del mundo y al mismo tiempo contratar mano de obra calificada a un costo menor que en los Estados Unidos. Con la amenaza permanente de aranceles, el atractivo para invertir en México se desvanece rápidamente.
La tregua de un mes que alcanzó la Presidenta de México, calificada como un éxito incluso por críticos del régimen, y que comprometió recursos humanos y financieros para detener el flujo de fentanilo y migrantes centroamericanos en un mes, tiene que re evaluarse a la luz de las decisiones que va tomando el presidente Trump cada día.
El arancel al acero y al aluminio que México exporta a los Estados Unidos tendrá efectos negativos en las cadenas productivas de ámbos países y necesariamente tendrá un efecto en los precios de muchos bienes en los Estados Unidos.
En la parte política, Trump y su equipo están desafiando abiertamente el sistema de pesos y contrapesos de los Estados Unidos, criticando a los jueces federales que están ordenando la suspensión de sus órdenes ejecutivas.
Cualquier democracia consolidada mantiene un poder judicial independiente. Aunque los Estados Unidos tiene instituciones mucho más sólidas que México, las críticas a los jueces y sus decisiones por parte del Presidente Trump y sus principales colaboradores, incluido el Vicepresidente de los Estados Unidos, son inusuales y dan la impresión de que en algún momento puede haber una crisis constitucional si los miembros del poder ejecutivo desobedecen las órdenes del Poder Judicial, lo mismo que pasó en nuestro país previo a la aprobación de la reforma judicial.
X: @jesusmenav