
Abandono. Muchas mascotas que son llevadas sin correa se suelen perder en el camino, sufriendo mucho estando en las calles e incluso, en veces, falleciendo.
En Durango, la educación sobre la tenencia responsable de mascotas sigue siendo un desafío. Dos prácticas esenciales, el uso de correa al pasear perros y la recolección de sus heces, impactan directamente la convivencia ciudadana y la salud pública, aunque muchos no acatan esta normativa.
Pasear con correa no es solo una recomendación, sino una medida necesaria para evitar accidentes y conflictos. Un perro sin correa puede provocar peleas, asustar a transeúntes e incluso sufrir un atropello. La recolección de sus desechos, por otro lado, es una obligación que previene problemas sanitarios, pues las heces en la vía pública pueden ser foco de enfermedades parasitarias.
Mientras tanto, Durango enfrenta un problema creciente de animales en situación de calle. Se estima que hay más de 100 mil perros callejeros en el municipio, muchos de ellos abandonados por dueños irresponsables. Aunque existen campañas de adopción y esterilización, la solución empieza con la conciencia individual.
Respetar las normas de convivencia con nuestras mascotas no solo mejora el entorno urbano, sino que también ayuda a reducir el abandono. Implementar hábitos como el uso de correa y la recolección de desechos es una acción sencilla con un impacto significativo. La educación y el compromiso de los ciudadanos son clave para construir una ciudad más organizada y saludable.






