Presentación. Daniel Cadena es un artista aún emergente en Durango, pero con su reciente exposición ha demostrado su calidad artística, así como el sello personal impreso en sus obras.
El arte, más que una técnica o habilidad, es un lenguaje, ya que cada trazo, sombra y color forman parte de una conversación entre el creador y el espectador, basada en sensaciones, recurriendo algunos a la forma, otros a la textura, pero hay quienes encuentran en el color la mejor herramienta para comunicar emociones.
El artista duranguense Dani Cadena ha desarrollado una visión en la que el simbolismo juega un papel fundamental: "Un sentimiento se entiende mejor cuando usas todo el color para explicarlo. Me obliga a ver las cosas con mayor detenimiento, no solo en el arte, sino en cómo percibo mi entorno", explica con respecto a su obra.
"Solía pintar de manera más grisácea, me daba miedo saturar el color", admite, aunque con el tiempo, se atrevió a explorar más, soltándose y perdiéndole el temor a la intensidad cromática: "Empecé a pintar hace dos años y ha sido pura experimentación. He tenido la fortuna de conocer grandes artistas que me han ayudado bastante a un entendimiento más profundo", señala.
Aunado a ello, Cadena explica que mostrar su obra ante el público le provoca emociones encontradas, pese a que compartir sus sentimientos le resulta enriquecedor: "Algunas veces sí llega ese miedo de que no se entienda o no guste, pero al final del día es lo que lo hace emocionante. Me gusta saber cómo ve la gente mi obra, porque muchas veces hay cosas que no vi o pasé por alto", confesó.
LA OBRA QUE LO DEFINE
Sobre el futuro, el duranguense evita atarse a ideas rígidas. "No me gustaría adecuarme a un futuro en específico, la verdad es que todo cambia demasiado rápido", reconoce, aunque acota que tiene aspiraciones concretas, como encontrar un espacio propio para trabajar su obra: "No busco dejar huella o un reconocimiento, solo sentirme cómodo con mi trabajo", enfatiza.
El propio artista destaca la pieza "Solo Testigos", una obra con fuerte carga simbólica, como su favorita: "Es una obra que disfruté mucho el proceso, más por la carga que representa cada objeto", mencionó, describiendo el sentimiento que le genera su profesión y sus creaciones: "El arte debe sentirse para crearse, es la emoción pura y la necesidad del ser humano de explicar lo que siente", concluyó.
