Para una correcta recuperación se necesita ya no verter aguas negras al río Tunal.
Los poblados ubicados en las márgenes del río Tunal descargan 64 litros por segundo de aguas negras al afluente, lo que contribuye a su contaminación, reconoció Roberto Delgado Gallegos, director Local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Se trata de los poblados El Conejo, El Nayar, La Ferrería, El Pueblito, Lerdo de Tejada y El Durazno. A estos se suman otros, como El Arenal, que hace lo mismo, pero sus descargas ya van directaemente al río Durango.
Delgado Gallegos señaló que varios de estos poblados cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales o lagunas de oxidación, pero no están funcionando debido al vandalismo. Por esta razón, estas comunidades han estado descargando todas sus aguas negras al Tunal desde hace años.
Aunque el agua extraída de la presa Guadalupe Victoria en septiembre logró una limpieza del río, la contaminación solo se desplazó a otros lugares. Además, el Tunal ya no tiene suficiente corriente, y los poblados continúan vertiendo aguas negras al afluente.
Por ello, es de suma importancia la construcción del colector pluvial, el cual recibirá las aguas negras de los poblados mencionados y las trasladará a la Planta de Tratamiento Sur de la ciudad de Durango.
Este colector se construirá en dos etapas. La primera de ellas se realizará este mismo año, con una inversión de 12 millones de pesos, abarcando dos kilómetros de longitud para conectar los primeros poblados.
Se continuará con una segunda etapa el próximo año, con una inversión similar de 12 millones de pesos, para completar el tramo total de cuatro kilómetros y evitar que estas comunidades sigan vertiendo sus aguas negras al río Tunal. La inversión para estos trabajos será tripartita, con aportaciones del Gobierno Estatal, el Municipio y la Federación.
Por otro lado, Delgado Gallegos informó que ya dialogó con las administraciones municipales para que el próximo año inviertan el 30 por ciento de sus presupuestos en agua potable, alcantarillado y saneamiento, con el fin de cubrir estas necesidades.
Este año, los gobiernos municipales solo invirtieron el 15 por ciento. La baja inversión se debió al relevo municipal: muchos alcaldes salientes no se animaron a invertir más, y los nuevos alcaldes no pudieron hacerlo debido a que sus presupuestos ya no lo permitían.