
Sin descanso. Aun con las altas temperaturas, las personas no se detienen en lo que respecta a sus actividades diarias, y es común ver las calles y los camiones abarrotados de gente, lo cual genera más calor.
Durango enfrenta una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que han alcanzado hasta 45°C en algunos municipios; en la capital, el termómetro ha registrado máximas de 38°C, mientras que en Gómez Palacio y Lerdo han superado los 40°C, con ráfagas de viento de 55 kilómetros por hora, afectando la calidad del aire y las actividades diarias.
Ante esta situación, las autoridades han recomendado mantenerse hidratado, evitar la exposición prolongada al sol y usar ropa ligera para prevenir golpes de calor, especialmente en las horas de mayor radiación, las cuales son, mayoritariamente, entre el mediodía y las 16:00 horas.
A pesar de las condiciones extremas, algunas zonas serranas como La Rosilla, en Guanaceví, han reportado mínimas de -4.5°C, lo que evidencia el contraste climático y la diversidad de biésfera en el estado, las cuales suelen ser de las más diversas.
En 2024, Durango registró su temperatura más alta en mayo con 40.3°C, superando récords previos y las proyecciones para este año sugieren un aumento en los días de calor extremo, lo que podría agravar la sequía y afectar la disponibilidad de recursos hídricos.
Las calles reflejan los efectos del calor, con termómetros al límite, personas buscando sombra y la constante lucha contra las altas temperaturas que cada vez son más frecuentes en la región y las cuales han aumentado con el tiempo.






