Didier Bracho expone trabajo fotográfico de cinco años en 'Cosmogonía wixárika'
El Museo de las Culturas Populares de Durango celebró su 30 aniversario con la inauguración de la exposición fotográfica “Cosmogonía Wixárika”, del artista duranguense Didier Bracho, una muestra que reunió a decenas de asistentes en el patio y la sala principal del recinto.
Esta exposición se erige como un homenaje visual a la comunidad wixárika del municipio del Mezquital, capturando en imágenes su espiritualidad, su vida cotidiana y su profunda conexión con la naturaleza.
HOMENAJE A EL MEZQUITAL
Durante cinco años, Bracho recorrió comunidades como Santa María de Ocotán, San Antonio de Padua, Huazamota y Puerto de Guamúchil, documentando a familias, artesanos y paisajes que revelan la riqueza cultural y espiritual de este pueblo originario.
Cada fotografía, explicó el autor, “busca reflejar no solo su estética y tradiciones, sino también su manera de sentir y dialogar con el mundo”.
El proyecto nació, según el fotógrafo, de una gira de apoyo a la región, en la que descubrió un universo visual y humano que lo conmovió profundamente.
“Desde el camino, los paisajes, el cielo, la gente (…) todo era una imagen que merecía compartirse. Me di cuenta de cuánto desconocemos de nuestro propio estado y de la sabiduría que habita en sus pueblos”, expresó Bracho en entrevista.
SIMBÓLICA Y CON ALMA
“Cosmogonía Wixárika” no es solo un registro documental, sino una propuesta sensible que invita a mirar con el corazón.
A través de su lente, Bracho busca transmitir “un poco del alma y la mente de este municipio”, y ofrecer una ventana hacia un universo simbólico, espiritual y cotidiano.
Las fotografías son, más que imágenes, testimonios vivos de una cosmovisión que dialoga con la naturaleza, con el arte y con la memoria colectiva.
Para el artista, la exposición tiene un valor profundo tanto para él como para la comunidad. “Cada fotografía es una invitación a entender que Durango también late con el pulso de sus pueblos originarios. Proteger y difundir su cultura no es solo un acto artístico, sino un compromiso con nuestra historia y con el futuro que queremos construir”, afirmó.
El evento culminó con un gesto simbólico de unión y respeto hacia la cultura wixárika: pues a todos los asistentes se les ofreció comida tradicional de esta comunidad como parte de la celebración del recinto por su aniversario.
