Durango, el generador de violencia
En Coahuila, las autoridades municipales y estatales han sido -hasta ahora- cautelosas en no acusar públicamente a Durango de la violencia que se vive en la región, ya que no lo han necesitado, pues los empresarios y sociedad civil de La Laguna lo han hecho desde hace varios meses.
Primero, con las acusaciones que hicieron sobre las cuotas de extorsión que el crimen organizado, a través de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), estaba cobrando y que tiene sometidos a los empresarios laguneros y, ahora, con los ataques armados y con explosivos que se han dado en Gómez Palacio, contra agentes estatales y viviendas.
Tanto el alcalde de Torreón, Román Cepeda, y el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, han reconocido que hay alerta, preocupación y que eso los ha obligado a reforzar la seguridad en los límites de ambos estados, mientras que, en Durango, el gobernador Esteban Villegas no ha dado un posicionamiento contundente sobre el tema y la alcaldesa de Gómez Palacio, Betzabé Martínez, solamente dijo en conferencia de prensa que seguirán trabajando para garantizar la seguridad en el municipio.
Aunado a este preocupante tema, el sábado pasado, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, anunció un megadecomiso tras un operativo en la ciudad de Durango, donde se aseguraron cerca de 200 tambos con diferentes sustancias químicas para producir droga, marihuana, precursores químicos y hasta una pipa con hidrocarburo de procedencia ilícita.
Llamó la atención que, en dicho operativo militar, no hubo presencia de corporaciones estatales o municipales, pues fue un grupo especial de fuerzas federales el que realizó el despliegue y cateo de inmuebles que llamó la atención de los duranguenses el pasado viernes, por la salida a México. Tampoco hubo posicionamiento alguno del alcalde de Durango, José Antonio Ochoa, ni del gobernador Villegas Villarreal, a pesar de la resonancia nacional que adquirió la noticia.
Este lunes, también se anunció la captura de de seis personas vinculadas a una célula delictiva dedicada al secuestro y tráfico de personas, como resultado de dicho operativo federal en Durango. Todo lo sucedido, en el estado en donde se presume que no pasa nada.
Basta recordar las acusaciones que hizo durante meses, antes de ser asesinado en agosto pasado, el "influencer" Camilo Ochoa Delgado, presunto narcotraficante sinaloense que aseguraba haber sido jefe de plaza en Mazatlán, que señaló en diversas ocasiones (incluso en entrevistas a nivel nacional, como con Adela Micha) a Durango, como el principal generador de violencia en su estado natal.
El desplegado que lanzaron el fin de semana la iniciativa privada y organizaciones de la sociedad civil en La Laguna fue claro, al exigirle al Gobierno del Estado de Durango y a la Federación que asuman su responsabilidad y eviten que la calma y tranquilidad por la que se ha trabajado durante la última década en esa zona del país se pierdan.
Siguen dándose señales de alarma en el estado que, lejos de provocar respuestas contundentes de las autoridades locales, prefieren guardar silencio, como si con eso se solucionaran los problemas. A ver qué le contestan en esta semana (si les responden) a los laguneros.
Durango, ni tan "Claudista"
A un año de Gobierno, diversas casas encuestadoras publicaron el índice de aprobación de Claudia Sheinbaum Pardo al frente de la Presidencia de la República, en el que llamó la atención que presentó mejores números que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Una de las encuestas publicadas es la de Demoscopía Digital, en donde asegura que el 77.8 por ciento de los mexicanos entrevistados aprueba la gestión de Sheinbaum, mientras que solo un 11.4% la desaprueba; otro 10.8% no contestó o ni la aprueba o desaprueba.
Llama la atención que Durango aparece entre los tres estados en donde la Presidenta cuenta con menor aprobación en el país: Durango, con 71.9%; Tlaxcala, con 71.6% y Guanajuato con 71.2%. Obvio que no son malos números, pero sí están lejos de los estados donde cuenta con mayor aceptación, como Guerrero, con 84.1%; Campeche, con 83.6% e Hidalgo, con 83.2 por ciento.
No es de sorprender que la principal cara de la 4T no cuente con mejores niveles de aceptación en la entidad, pues las decisiones partidistas han ocasionado que la ciudadanía asegure que Morena Durango es una filial priísta, sumado al hecho de que el mandatario estatal se haya decantado como "Claudista", lo que provocó burlas a nivel nacional, pero sobre todo enojo en los verdaderos morenistas que vieron esa declaración como un claro guiño para buscar una buena salida a futuro. Veremos.