
Durango mantiene cifras de acoso sexual
Entre enero y mayo del 2025 se iniciaron 43 carpetas de investigación por el delito de acoso sexual en el estado de Durango, cifra apenas inferior en un caso respecto al mismo periodo de 2024, cuando se registraron 44 denuncias.
El análisis de los datos de la estadística de incidencia delictiva municipal, actualizada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), reveló una tendencia estable pero con ligeros movimientos en la distribución geográfica de los casos.
El municipio de Durango permaneció como la zona con mayor número de denuncias, con 17 casos tanto en 2024 como en 2025, lo que evidencia una “meseta” en la incidencia, sin reducción, pero también sin crecimiento en comparación anual.
Sin embargo, la evolución en Gómez Palacio mostró un incremento sostenido, al pasar de ocho casos en 2022, a 11 en el 2023, luego a 12 en 2024 y 15 en el presente año; lo que significa un aumento del 87.5 por ciento en solo tres años.
Por su parte, la estadística exhibió que el municipio de Lerdo ha mantenido cifras bajas, con tres casos en 2025, cifra que igualó a 2023 y superó por uno a lo registrado en los años 2022 y 2024. Aunque la incidencia en esta región fue menor, los datos reflejaron una constancia preocupante, sin reducción sostenida en los últimos cuatro años.
A nivel estatal, la comparación de las cifras de los últimos cuatro años mostró una ligera, pero constante disminución, pasando de 48 denuncias en el año 2022 a 43 en el 2025; es decir, una reducción del 10.4 por ciento.
En lo que se refiere específicamente al comportamiento delictivo del 2025, tan solo durante el mes de mayo se interpusieron 12 denuncias por acoso sexual, en lo que representó la cifra más alta del año, considerando que en marzo se pusieron 10 denuncias. Mientras que en abril fueron nueve, por seis que se repitieron en enero y febrero.
No obstante, este descenso no necesariamente reflejó una mejora, ya que los colectivos feministas han advertido sobre la persistencia de la cifra negra en delitos de carácter sexual, donde muchas víctimas optan por no denunciar por temor o desconfianza institucional.