Durango recibirá ejemplares de lobo gris mexicano para su conservación
Como parte de un acuerdo binacional entre México y Estados Unidos para la conservación del lobo gris mexicano, Durango ha sido elegido como nuevo sitio de reintroducción de esta especie en peligro de extinción. Se prevé que una primera manada sea liberada en territorio duranguense durante los primeros meses de 2026.
Desde 2019, el lobo gris mexicano se encuentra oficialmente catalogado como “en peligro de extinción”, con apenas 113 ejemplares registrados en todo el país.
La Sierra Madre Occidental de Durango, particularmente la región noroeste del estado, ha sido evaluada durante al menos dos años por el investigador Jorge Servín, quien ha estudiado el ecosistema para garantizar condiciones adecuadas para la adaptación y supervivencia de la especie.
Claudia Hernández Espino, titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (SRNyMA), reveló que el plan contempla la liberación paulatina de los ejemplares. En una primera fase, se reintroducirá una manada de cinco lobos, junto con especies que forman parte de su dieta natural, como el conejo irlandés y una especie de rata silvestre, a fin de asegurar su alimentación mediante la caza.
Los ejemplares serán monitoreados permanentemente mediante chips de localización, lo cual permitirá dar seguimiento científico riguroso a su comportamiento y adaptación al entorno.
PROYECTO PILOTO
Durante el pasado 13 de agosto, en el marco del Día Internacional del Lobo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció oficialmente el proyecto piloto de reintroducción del lobo gris mexicano en los bosques de Durango.
El regreso de esta especie a vida libre representa décadas de trabajo en conservación y colaboración binacional, y busca restablecer el equilibrio ecológico, ya que el lobo gris cumple un papel clave como regulador de poblaciones y protector de la biodiversidad.
Las principales amenazas para su supervivencia siguen siendo la pérdida de hábitat y la caza ilegal, por lo que se trabaja de manera conjunta con instituciones estadounidenses para reforzar su recuperación.
ANTECEDENTES
A finales de los años setenta se capturaron en México los últimos siete ejemplares de lobo gris mexicano en vida silvestre, con el fin de iniciar su reproducción en cautiverio. Luego de más de 30 años de esfuerzos, se logró incrementar su población y comenzar un proceso de reintroducción a su hábitat natural.
Desde el 2008, México también desarrolló el Programa de Acción para la Conservación de Especies (PACE), incluyendo al lobo mexicano como una prioridad. Además, está incluido en los listados de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
En 2016, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) liberó ejemplares en Chihuahua, los cuales pasaron por un proceso de adaptación al medio silvestre y actualmente son monitoreados vía satélite. Aquella liberación representó la novena camada reintroducida en México.
Gracias a estos esfuerzos, en 2019 el estatus del lobo gris mexicano cambió de “probablemente extinto en el medio silvestre” a “en peligro de extinción”, según la clasificación de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Actualmente, la Semarnat desempeña un papel crucial en la conservación de esta subespecie del lobo gris, coordinando esfuerzos para su rehabilitación, liberación y monitoreo, así como para mitigar los riesgos que continúan amenazando su existencia.