Durango tiene 3 casos confirmados de sarampión; recomiendan aplicar refuerzo de vacuna
Los brotes de sarampión con casos confirmados en México mantienen activa la alerta nacional, aunque en Durango, hasta la fecha, solo se han confirmado tres casos por la Secretaría de Salud.
Juan Esteban Aguilar Esquivel, director de Salud Pública Municipal, confirmó que sí existe un riesgo de contagio, a pesar de que se trata de una enfermedad que se consideraba erradicada, y que por décadas no se había presentado en el país, ni en el mundo.
Explicó que este resurgimiento podría deberse a la omisión o desinterés en los esquemas y campañas de vacunación, al avance de movimientos antivacunas, y a recortes presupuestales a nivel federal en el sector salud que afectaron la cobertura de vacunación.
VACUNAS
"Actualmente, el sector salud cuenta con vacunas suficientes para prevenir la enfermedad, lo cual representa un aliciente", señaló el director.
Aguilar Esquivel destacó la importancia de reforzar la vacunación, especialmente ante los más de 500 casos registrados en un solo estado. Habló de la necesidad de contener los brotes para no pasar de cientos a miles de contagios.
El refuerzo puede aplicarse tanto a niños como a adultos que no cuenten con el esquema de vacunación completo o que no recuerden si ya lo recibieron.
De acuerdo con el esquema nacional, la vacuna debe aplicarse por primera vez entre los 12 y 18 meses de edad, y una segunda dosis a los seis años.
A las personas mayores que no tengan certeza de haber sido vacunadas, se les recomienda aplicarse un refuerzo con la vacuna triple viral o doble viral, que incluyen protección contra el sarampión, para prevenir complicaciones en caso de contagio.
RIESGO A LA SALUD
"En la mayoría de los casos entre la población infantil, el desarrollo de la enfermedad es benigno, aunque con síntomas incapacitantes y complejos", señaló Aguilar Esquivel.
Indicó que, solo un pequeño porcentaje la enfermedad puede complicarse y provocar problemas pulmonares graves con riesgo de mortalidad, así como complicaciones neurológicas que también pueden tener consecuencias fatales o dejar secuelas motoras, neurológicas y cognitivas, generando discapacidad funcional permanente.
Concluyó que el riesgo persiste mientras no exista una cultura de prevención, ya que la falta de educación en salud pública expone a la población a este tipo de enfermedades.