Durango vivió el Medio Maratón 21K, con corredores y público entusiasta del deporte
El Medio Maratón 21K de Durango se vivió este domingo en un ambiente marcado por la energía de los corredores y la participación de la comunidad. Desde temprano, el Museo Francisco Villa fue el punto de partida de una jornada que reunió a atletas locales y visitantes, quienes llenaron de entusiasmo las calles de la capital. La salida, bajo un amanecer fresco, dio paso a un recorrido que combinó tradición y modernidad en cada tramo.
La ruta llevó a los participantes por espacios emblemáticos como Dolores del Río, el Centro Cultural Bicentenario y el corredor de Sahuatoba, con variaciones de altimetría que exigieron resistencia y concentración. Más adelante, el trayecto incluyó la Unidad Deportiva 450, el Boulevard Estación Central y la Avenida Jesús García, antes de enfilar hacia la recta final por Tecnológico y 20 de Noviembre. Cada kilómetro se convirtió en escenario de esfuerzo compartido, acompañado por el aliento constante de familias y clubes que se dieron cita en las aceras.
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Una fiesta deportiva a lo grande
La convocatoria superó el millar de corredores, con categorías que abarcaron desde juvenil hasta veteranos, además de divisiones especiales para silla de ruedas y débiles visuales. La diversidad de participantes reflejó el carácter incluyente del evento, que buscó no solo la competencia, sino también la integración de distintos sectores en torno al deporte. Las condiciones climáticas, con temperaturas que oscilaron entre los 9 y 13 grados, favorecieron el desempeño y dieron a la jornada un marco ideal.
El Medio Maratón 21K se consolidó como un espacio de encuentro para la ciudad, con una organización que apostó por mostrar a Durango como escenario deportivo y cultural. Más allá de la competencia, la carrera dejó ver cómo las calles se transformaron en un punto de convivencia, donde corredores y espectadores compartieron la experiencia de una jornada distinta.
La edición de este año dejó una estampa de entusiasmo y disciplina, con imágenes de esfuerzo que ya forman parte de la memoria colectiva. El Medio Maratón 21K se vivió como una fiesta deportiva que reforzó el vínculo entre corredores, familias y comunidad, confirmando que Durango sabe vivir el deporte con intensidad y orgullo.
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