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Durango y La Laguna, hacia la 'hora cero' por crisis del agua

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Durango y La Laguna, hacia la 'hora cero' por crisis del agua

Durango y La Laguna, hacia la 'hora cero' por crisis del agua

VÍCTOR MONTENEGRO

Durango enfrenta una crisis hídrica de proporciones alarmantes. La sobreexplotación de los acuíferos, la falta de una gestión integral del recurso y la ausencia de una legislación estatal efectiva nos han colocado - de acuerdo con los expertos- al borde de la llamada "hora cero", en la que el agua para consumo humano deberá ser racionalizada de manera drástica.

Aunque el problema es evidente en toda la entidad, la Comarca Lagunera destaca como una de las zonas más críticas, donde la dependencia del acuífero en aquella región que compartimos con el estado de Coahuila y las fallas estructurales en su administración han generado un déficit insostenible.

El proyecto Agua Saludable para La Laguna, impulsado por el gobierno de la "Cuarta Transformación" desde el sexenio anterior, fue presentado como una solución para dotar de agua potable a la población y reducir la exposición a contaminantes como el arsénico, el que envenena el agua que se encuentra a mayor profundidad en el acuífero.

No obstante y como lo abordamos en una entrega anterior, la sequía prolongada y los bajos niveles en la presa Francisco Zarco amenazan la viabilidad de esta obra. La lógica detrás de este esquema es extraer agua del río Nazas y potabilizarla; empero, si las lluvias continúan siendo escasas y el almacenamiento en las presas sigue disminuyendo, la fuente de abastecimiento podría volverse insuficiente.

Más allá de Agua Saludable para La Laguna, el problema de fondo no ha sido resuelto ni en lo mínimo, ni en lo absoluto y eso se evidencia con la sobreexplotación del acuífero lagunero. Y es que, de acuerdo con datos de la propia Comisión Nacional del Agua, la extracción anual supera todavía la recarga natural en más de 100 millones de metros cúbicos.

El abuso en la concesión de pozos, la falta de control sobre el uso agrícola del agua y la ausencia de telemetría para medir y regular el consumo agravan todavía más la situación. Aunque se habla de tecnificación del riego como una solución, el tema del robo del vital líquido y la falta de regulación efectiva han sido ignorados sistemáticamente por los distintos órdenes de gobierno.

Durango, por ejemplo, no cuenta con una legislación específica que permita enfrentar de manera integral la crisis del agua. La ausencia de normativas claras sobre el control de extracciones, el desperdicio en redes de distribución y la falta de sanciones efectivas contra quienes incumplen los límites de concesión han permitido que el problema crezca sin control.

Mientras en otras regiones del país se han implementado políticas públicas para garantizar el acceso equitativo al agua, en Durango seguimos dependiendo de cálculos estimativos que han fallado y promesas de inversión que nunca llegan a concretarse, problema que se ha venido arrastrando desde hace varios sexenios y hasta la fecha.

El tiempo sigue corriendo y las decisiones deben tomarse ya. Si no se implementan medidas urgentes, Durango y la Comarca Lagunera podrían enfrentar un colapso en su abastecimiento de agua en los próximos años. Hoy por hoy, Gederación, Gobierno Estatal y los municipios deben actuar con determinación, estableciendo regulaciones claras y coordinando esfuerzos con el sector agrícola e industrial para evitar que la "hora cero" se convierta en una realidad irreversible.

EN LA BALANZA.- La falta de transporte público accesible en Durango es una muestra más del abandono institucional hacia las personas con discapacidad. La regidora Aleyda Flores, del PAN, señaló y con razón que no hay un solo camión adaptado en las rutas tradicionales, lo que obliga a este sector de la población a depender de taxis, aumentando sus costos de movilidad y limitando su independencia. El gobierno es responsable de generar políticas efectivas para garantizar el derecho a la movilidad de todas las personas.

CERROS SECOS Y PELONES... El Hospital Nuevo de Gómez Palacio se ha convertido en un símbolo de la inestabilidad y la falta de planeación en el sector salud de Durango. Con la reciente designación del doctor Héctor Rogelio Castañeda Escobedo, suman cuatro directores en menos de tres años, reflejando no solo una crisis administrativa, sino también la insolvencia del Gobierno Estatal para garantizar un servicio eficiente y digno. La escasez de insumos y medicamentos son solo algunos de los problemas recurrentes que ponen en riesgo la salud de los pacientes y el desempeño del personal médico. No se trata solo de cambiar nombres, sino de corregir el rumbo con soluciones de fondo.

X: @Vic_Montenegro

Escrito en: OPINIÓN EDITORIALES agua, falta, Durango, crisis

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