Duranguenses mantienen viva la devoción a la Virgen de Guadalupe

La devoción a la Virgen de Guadalupe se ha ido transmitiendo de generación en generación en Durango, por lo que cada año, el 12 de diciembre, cientos de personas de todas las edades acuden al Santuario para confiarle sus peticiones y esperanza.

Cargando una imagen de la Virgen de Guadalupe en su espalda, Marián fue avanzando de rodillas a través de un recorrido de dos horas, hasta llegar al atrio del Santuario, con la esperanza de que la Virgen se siga manifestando en su vida.

“Siempre he creído en la Virgen, en parte mis papás me lo inculcaron y también es parte mía. Todos los días son un milagro, este es mi segundo año realizando una manda, pero anteriormente también he participado en carreras. La Virgen de Guadalupe es muy milagrosa y siempre va a estar con nosotros, por experiencia propia lo digo”, compartió.

Como ella, decenas de duranguenses acudieron también a colocar veladoras con alguna petición especial o agradecimiento por las cosas cotidianas que, aunque a veces se dan por hecho, también representan un milagro.

Socorro Hernández también acudió la mañana del viernes al Santuario. Acompañada de su hijo y su hermana, quienes le iban colocando cobijas y cartones en el piso, para que pudiera avanzar de rodillas entre los puestos, hasta llegar al templo.

“Vengo a pagar una manda que prometí para mi sobrinita que casi se nos muere, está muy grave. Le pido a la Virgen que nos dé salud a todos los que necesitamos, a todos los enfermos que están en el hospital y a todos porque muchas veces no sabemos quién sufre más, si los que están adentro o los que están afuera. Yo nada más pido mucha salud para quien la necesite, para todo el mundo, nada más eso necesitamos para poder ser felices y poder trabajar para todo lo que necesitamos”, compartió.

Desde que nació, en su familia se le inculcó la devoción a la Virgen, “siempre he estado en danzas, he corrido, pero esta vez tenía que venir a pagar esto. Mi sobrinita se llama Lilian y esto es especialmente para ella. Es con mucha fe y mucha devoción porque no cualquiera puede venir a ponerse de rodillas y avanzar hasta el Santuario, es muy difícil”.

Tanto la parroquia como el nuevo Santuario tuvieron actividad a lo largo del día, incluyendo misas especiales por la paz y por los paisanos.

A la señora Olga, sus abuelos y su madre le inculcaron la devoción por la Virgen y ahora ella busca transmitírsela también a sus hijos.

“Ojalá que también ellos hagan lo mismo con sus hijos y que así siga. Siempre le hemos tenido fe a la Virgen de Guadalupe, siempre hemos andado en iglesias en muchas partes. Este año Dios nos permitió ir hasta a la Basílica y yo pienso que es por la fe que le tenemos”.

En esta ocasión, acudió de rodillas al templo, con una petición especial para que su familia y la comunidad en general tengan paz.

“Por mi tierra, mi familia, por todo lo que está pasando. Que la Virgencita nos ayude con tantas cosas malas que están pasando ahorita para vivir mejor, para estar más tranquilos, porque hay veces que hay personas que no pueden ni salir a buscar el pan de cada día. Entonces pido por nuestro pueblo y por nuestra gente para que Dios y la Virgen calmen todo lo que hay ahorita y nos ayuden a seguir adelante”, compartió.

Entre danzas y antorchas

Las danzas y peregrinaciones también se hicieron notar a lo largo de la semana en el Santuario, siendo la mayor afluencia el viernes, cuando el sonido de los tambores y los coloridos vestuarios estuvieron presentes durante todo el día.

Asimismo, grupos de corredores llegaron desde distintos municipios y comunidades para la bendición de las antorchas que posteriormente llevaron encendidas hasta sus lugares de origen, junto con un mensaje de esperanza.

Corriendo en grupo por varios kilómetros para reafirmar su fe a la Virgen de Guadalupe.

Por otro lado, los comerciantes permanecieron por varios días al exterior del templo, con la esperanza de aumentar sus ventas y poder cerrar bien el año.