Economía Potemkin

En política y economía, una ciudad "Potemkin" es una construcción (literal o figurativa), cuyo propósito es el de mostrar una fachada externa a una situación, para hacer a la gente creer que la situación es mejor que lo que realmente es.

El término viene desde 1787, cuando el general Grigory Potemkin, compañero sentimental de la emperatriz Catalina II de Rusia, construía casas de utilería hasta con habitantes, para que las viera al pasar Catalina y decirle lo hermoso que estaba Crimea, y despuecito de irse, las desarmaba y las armaba más adelantito.

Esta situación histórica de trucos, engaños y de auto "cotorrearse" me hizo recordar la reciente acción donde en algún lugar del mundo, al norte, despidieron a la encargada de datos y estadísticas por haber tenido la osadía de reportar resultados de generación de empleo no "agradables" a los administradores de la política. Están manipulados (rigged, en inglés) dijeron. Quien la sustituya deberá tener mucho cuidado con lo que reporta, si aprecia su trabajo, que hoy en día no es muy atractivo y sujeto a filtros no-convencionales, y también a mentadas.

Ah, pero esto tiene consecuencias: un dato de persistente baja en la creación de puestos de trabajo formales nos "sugeriría" que hay que reactivar la economía, no así si los trabajos ascienden en número. Sin querer, se exhibe que está enfriada la economía en el país del norte, y en el de nosotros también. Esta situación envía una señal para una baja de las tasas de interés, dictadas por el banco federal y en nuestro caso Banxico.

Nosotros entendimos y le bajamos el jueves pasado 0.25% a la tasa dejándola en 7.75%, y la FED, en los EEUU, incluso con presiones políticas, la dejó sin modificar. De todos modos, les deja una duda sobre lo importante que sería apoyar a la economía en el norte bajando la tasa.

Pero al leer mal la señal, corrieron a los encargados de los datos y ahora la FED tendrá otro obstáculo: creer los nuevos números de la agencia laboral BLS y arriesgar el caer en una economía Potemkin; de utilería, de fachada, con números analizados de fuentes no sólidas. Qué miedo depender de las decisiones de personas sin el conocimiento profundo del tema.

Bien por nuestro banco. Su decisión muestra su, ¿aún?, bien ganada independencia, y su sapiencia económica con visión de largo plazo.

Hoy vivimos un dominio abrumador de la visión corto-placista en este nuevo orden internacional , donde se toman decisiones hoy, que tendrán posibilidades de no ser exitosas en el largo plazo, pero están aderezadas con una lista de muchas excusas para no cumplirlas en el largo plazo. "Hoy yo me pongo la medalla; si no sale mi plan, pues es culpa de otro anterior a mí".

Retirar financiamiento al estudio del calentamiento global no verá inmediatos resultados hoy, pero en 7-8 años, ya no estarán muchas ciudades costeras, que las absorberá el mar; pero bueno, eso será por algún tsunami o algún glaciar jumbo que se derritió o porque perdieron los Dallas Cowboys, no por mi decisión, por supuesto. Algunos países en desarrollo como el nuestro, insistiendo en mantener un sistema de bienestar sin inversiones en salud en innovación ni educación, gastando en instituciones no rentables ni en el corto ni en el largo plazo, mantienen esa visión: " Paga el de atrás".

La gente hoy en día mira hacia abajo a su celular y no alza la cabeza para ver el horizonte; parece como si le tuviéramos miedo al futuro.

¿Algo positivo? Claro: está lloviendo en el norte y en muchos estados se han garantizado los ciclos de cosechas, se abate la sequía extrema y llena de optimismo al campo mexicano. Aún falta, pero los homicidios siguen a la baja; en promedio, claro está, seguimos aún con muchas ventajas para retomar el "nearshoring", si nuestras negociaciones salen bien con EEUU, antes de octubre, dijo Besset, el del Tesoro del norte. Estamos con vida, que es muy importante y con expectativas de crecer, aunque sea poquito.

Ánimo.