
Las frutas como la sandía, el pepino y el melón son excelentes aliados para hidratarse naturalmente.
Con la llegada de las altas temperaturas, aumenta también el interés por mantenerse bien hidratado. El consejo más común es: "bebe suficiente agua". Pero, ¿qué tan cierto es que el agua siempre hidrata? ¿Es posible que, en exceso, llegue a deshidratar o provocar efectos negativos?
El agua es indiscutiblemente el líquido más importante para la hidratación del cuerpo. Participa en procesos esenciales como la regulación de la temperatura, la digestión y el transporte de nutrientes. Sin embargo, como todo, debe consumirse con equilibrio.
Y es que tomar demasiada agua en poco tiempo, especialmente más de un litro por hora, puede provocar un trastorno poco común pero real: la hiponatremia.
¿Qué es la hiponatremina?
Esta condición ocurre cuando el exceso de agua diluye los niveles de sodio en la sangre, lo que puede causar desde dolores de cabeza y náuseas hasta convulsiones y, en casos extremos, poner en riesgo la vida.
Las necesidades de agua varían según la edad, el nivel de actividad física y el clima. En días calurosos, el cuerpo pierde más líquidos por el sudor, por lo que es importante reponerlos.
¿Cuánto es suficiente?
En términos generales, una mujer necesita entre dos y dos litros y medio de agua al día, mientras que un hombre requiere entre dos litros y medio y tres litros diarios.
También hay que recordar que no todo el líquido que consumimos debe venir directamente del vaso de agua, ya que frutas, verduras, caldos y otras bebidas también aportan a la hidratación diaria.
Además del agua pura, existen otras formas de mantenerse bien hidratado, especialmente si se busca variedad o si se realiza ejercicio intenso.
Más formas de hidratarse
Algunas alternativas útiles son el agua con electrolitos, ya sea natural o comercial, que resulta especialmente beneficiosa después de una sudoración intensa.
También son recomendables las infusiones frías de hierbas como menta, jamaica o manzanilla, así como frutas ricas en agua como la sandía, el melón, el pepino o las naranjas. El agua de coco natural es otra opción rica en minerales, aunque debe consumirse con moderación por su contenido calórico. Las bebidas deportivas pueden ser útiles, pero sólo en casos de ejercicio prolongado o extenuante.
La mejor guía para hidratarse es el propio cuerpo. Si hay señales como sed, boca seca, orina de color oscuro o sensación de fatiga, probablemente se necesita agua. No obstante, tampoco hay que forzar la hidratación.
Un consumo equilibrado, adaptado al clima y al nivel de actividad diaria, es la clave para mantener la salud y el bienestar en esta temporada de calor.