El fin de Cyclons: derrumban edificio de la discoteca donde 'se apareció el diablo'

El edificio que una vez fue la discoteca “Cyclons”, uno de los lugares más icónicos de Durango, que ha marcado historia al ser el escenario de la leyenda de la mujer que bailó con el diablo, uno de los relatos más conocidos de la ciudad, fue derrumbado por completo tras permanecer en ruinas durante varios años.

Desde hace tiempo se cuestionaba qué pasaría con este inmueble, pues aunque luego de aquella noche en la que Josefina bailó con el diablo, la discoteca permaneció abierta durante varios años, eventualmente cerró sus puertas al público, y desde hace años se encontraba abandonado y en ruinas, convirtiéndose en objeto de incendios ocasionales por quema de basura.

Duranguenses que circulaban por el bulevar Domingo Arrieta, desde este pasado jueves, se percataron que donde antes se encontraba uno de los sitios más frecuentados por jóvenes que buscaban pasar una noche de diversión, ahora sólo hay piedras y restos del edificio.

Cyclons, un lugar que permanece en la memoria

La discoteca Cyclons tomó popularidad en la década de 1990.

Aunque ya era un sitio frecuentado, sobre todo por jóvenes que salían a bailar y disfrutar de sus noches, se volvió famoso por una leyenda que hasta la fecha perdura.

Cuenta la leyenda que era abril de 1990, en un Viernes Santo, cuando una joven llamada Josefina fue con varios amigos a la conocida discoteca, para disfrutar de una noche de baile.

Sin embargo, lo que prometía ser una velada de diversión, rápidamente se volvió una de las experiencias más terroríficas para Josefina.

Con apenas 18 años, la joven bailaba y disfrutaba de la música, hasta que un guapo hombre que vestía un traje elegante se acercó a ella.

Ambos comenzaron a bailar, pero momentos después el hombre comenzó a transformarse: mientras uno de sus pies se convirtió en una pata de gallo, el otro se volvió una pezuña de cabra, mientras un olor a azufre inundó la discoteca.

De acuerdo a la leyenda, que este pasado mes de abril cumplió 35 años, la pareja comenzó a elevarse hasta el techo, hasta que alguien que se encontraba en el lugar exclamó “¡Ave María Purísima!”; fue entonces que  el lugar quedó en completa oscuridad, y al regresar la luz, la mujer estaba desmayada en el piso, con su piel quemada.

Autoridades habrían comenzado a buscar al hombre, pero esto fue inútil, pues según la leyenda, se esfumó como por arte de magia en el Panteón de Oriente.

Aunque han pasado 35 años de la leyenda, Cyclons continuaba siendo uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad, y aunque el inmueble ya fue derrumbado, y se desconoce para qué se usará el terreno, el relato seguirá siendo recordado cada Semana Santa.