
El gran dilema de Toño Ochoa
En términos reales y para la historia, José Antonio Ochoa Rodríguez será el primer -y seguramente único- Alcalde en reelegirse en Durango, pues la iniciativa de la 4T para impedir que exista la reelección consecutiva en cargos de elección popular ya fue aprobada y entrará en vigor en 2030.
Toño, como le gusta que le digan, consiguió dos grandes objetivos en la pasada elección: el primero, vencer al candidato de la 4T que amenazaba al proyecto de gobierno de Esteban Villegas y del PRIAN a mitad de su sexenio y, segundo, convertirse en el primer aspirante natural a la gubernatura en tres años.
Si a Ochoa Rodríguez le hubieran dado a firmar este resultado hace un año y medio, lo hubiera hecho sin pensar y con los ojos cerrados, pues en ese momento su Gobierno Municipal pasaba por momentos complicados y su relación con el Gobernador del Estado tampoco era la mejor.
Incluso la maquinaria electoral del Estado comenzó a buscar otras alternativas a la candidatura municipal, por lo que se le dio luz verde a Ali Gamboa, Guillermo Adame y algunos otros para que comenzaran a "moverse" para ver si les alcanzaba para salir en la "foto final".
Los tiempos al final le favorecieron al panista, quien al interior de su partido no tuvo competencia, aunque en el PRI sí le condicionaron el apoyo a cambio de una fuerte sacudida en su gabinete, empezando por varios funcionarios que no dieron el ancho, así como un compromiso total para afrontar la campaña, pues parecía estar "cansado física y emocionalmente", con algunos temas de salud.
La carrera política de José Antonio se ha caracterizado por una comunicación directa con sus representados, lo que le ha permitido ganar cuatro elecciones en las urnas de manera consecutiva, incluida aquella del 2018 en que fue el único candidato del PAN en no perder frente a la aplanadora de Morena, de López Obrador.
Sin embargo, el próximo alcalde de Durango ha recibido muchas críticas por su forma de gobernar a través de "juegos" y "dinámicas" que parecieran restarle seriedad a su proyecto, aunque su equipo siempre se ha defendido argumentando que "es una forma diferente de tener ese acercamiento las decisiones de Gobierno a los ciudadanos".
Al final, obras como el nuevo Hospital del Niño, el Parque Lineal con su nuevo estadio de beisbol y otros proyectos que realizó en diversas colonias dentro del Presupuesto Participativo, le sirvieron como el mejor argumento ante sus rivales electorales, sobre todo frente a José Ramón Enríquez Herrera, a quien le señalaron de dejar varios planes inconclusos cuando fue Alcalde.
Toño sabe que los resultados de esta elección no son un cheque en blanco para él y sus aliados, sino al contrario, le dan mayor responsabilidad en el Gobierno para tratar de resolver temas pendientes como la grave contaminación ambiental que afecta la salud de los duranguenses, el abasto y cuidado del agua, la inseguridad y pandillerismo que van en aumento en las colonias y periferia, la pavimentación y mejoramiento de los servicios públicos, entre otros.
El "problema" es que, para poder avanzar y resolver esos grandes pendientes, también habrá de pisar callos y poner dedos en la llaga de sus aliados, incluido el Gobierno del Estado, pues de lo contrario sus resultados no serán los que espera el ciudadano y la evaluación en las urnas en 2028, frente a un Morena resentido y con ganas de arrebatarle al PRIAN uno de sus últimos bastiones en el país, será contraproducente.
¿Qué tantas ganas tiene Toño Ochoa de ser Gobernador de Durango? Esa es la gran pregunta, pues por un lado tendrá a Movimiento Ciudadano como un nuevo opositor en el Cabildo con ganas de seguir cosechando adeptos en Durango, mientras que Morena será despiadado en su estrategia contra Toño Ochoa y Esteban Villegas para cobrarles la exhibida a "Andy" López Beltrán.
Además, tendrá la presión constante del PRI y del PAN para favorecer a los suyos, como sucede en cada Gobierno, a pesar de no tener a los mejores perfiles para ocupar cargos importantes dentro de la administración pública, pero que por las cuotas buscarán cobrar a como dé lugar.
José Antonio tendrá que ser muy inteligente para intentar consolidar un proyecto de casi 12 años de Gobierno (seis como Alcalde y otros seis como Gobernador) que muchos otros políticos hubieran soñado y es necesario rodearse de buenos perfiles que le ayuden resolviendo los problemas que cualquier Gobierno en el mundo enfrenta, pues el pretexto de falta de tiempo ya no será válido.
¿Existe la verdadera intención de dejar un legado?, ¿asumirá el costo y consecuencias?, ¿soportará físicamente un periodo tan largo de estrés y trabajo?, ¿tendrá el temple necesario para anteponer las necesidades de Durango a los caprichos de grupos de poder?, ¿soportará la presión de la oposición que lo tendrá en la mira constante?, ¿pondrá a los mejores perfiles en puestos claves para que lo ayuden a gobernar? Estas son preguntas que todos los duranguenses nos hacemos y que solo Toño Ochoa sabe la respuesta. Al tiempo... ¿o usted qué opina?
Twitter (X): @jperezarellano