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El Hijo del Santo dice adiós

El Enmascarado de Plata se midió ante Dr. Wagner Jr., Texano Jr. y el Hijo de Fishman,

El Hijo del Santo dice adiós

El Hijo del Santo dice adiós

RICARDO HERNANDEZ

El Hijo del Santo se despidió de los cuadriláteros en una función histórica celebrada en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México. Tras más de cuatro décadas de trayectoria, el heredero de la Leyenda de Plata cerró su carrera profesional ante un recinto abarrotado, acompañado por miles de aficionados que portaron la máscara plateada como símbolo de respeto y homenaje a su legado.

Regreso a los inicios

Desde el inicio de la contienda estelar, la tensión se hizo presente con el dominio de los rudos; Dr Wagner Jr, Texano Jr y el Hijo de Fishman castigaron con insistencia al plateado, mientras Último Dragón y LA Park buscaban equilibrar las acciones. El público, consciente del momento, respondió con un coro constante de "¡Santo, Santo!", que devolvió energía al enmascarado. El duelo se tornó intenso, con intercambios de vuelos y castigos que elevaron la emoción en cada rincón del Palacio.

Postal. El Hijo del Santo se retiró tras 43 años de carrera profesional, venciendo en su última lucha con la llave de a caballo al Hijo de Fishman.

Postal. El Hijo del Santo se retiró tras 43 años de carrera profesional, venciendo en su última lucha con la llave de a caballo al Hijo de Fishman.

La reacción de los técnicos llegó en el tramo decisivo; El Hijo del Santo recuperó terreno y, fiel a la tradición, ejecutó la clásica llave de a caballo para rendir al Hijo de Fishman, sellando así su última victoria profesional. El triunfo fue acompañado por una ovación prolongada y el abrazo con su hijo, Santo Jr, quien también protagonizó una lucha de apuesta en la misma velada. Con este desenlace, la máscara plateada se retiró intacta, dejando en manos de la nueva generación la responsabilidad de continuar el legado.

Cierra con dignidad

El Hijo del Santo construyó una trayectoria que se extendió por más de cuatro décadas, debutando en 1982 en el Toreo de Cuatro Caminos y heredando la máscara plateada que convirtió a su padre en mito nacional. Desde entonces, se consolidó como figura central del pancracio mexicano, con un estilo técnico y elegante que lo llevó a protagonizar rivalidades memorables con momentos de alto impacto, como la obtención de cabelleras y máscaras en funciones históricas, además de su participación en empresas como AAA y CMLL, donde fue parte de carteles que marcaron época.

Más allá de los encordados, el Plateado defendió la imagen y los derechos de los luchadores, convirtiéndose en voz activa en temas de identidad cultural y propiedad intelectual. Su legado trascendió fronteras con presentaciones en Estados Unidos, Japón y Europa, reforzando el mito del Enmascarado de Plata a nivel internacional. El relevo quedó marcado en la arena, pero la noche fue del Plateado; un adiós con victoria y un legado imborrable.

Escrito en: Lucha Libre Hijo del Santo Hijo, Santo, máscara, plateada

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