
El IMSS, de nueva cuenta en el ojo del huracán
De nueva cuenta un supuesto caso de negligencia en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se denunció mediante las redes sociales; en esta ocasión la víctima es una niña de tan solo 4 años de edad.
Marco Ibarra, padre de la paciente, denunció ante diversos medios de comunicación la mala atención que recibió su hija en el IMSS de Durango, lo que finalmente derivó en su deceso.
Fueron varios días sin que la niña recibiera una atención adecuada, pues primero se le dio un mal diagnóstico; después, tardó la atención por parte de un especialista y luego, pese a la necesidad de ser intervenida quirúrgicamente, la operación nunca se realizó.
Según su testimonio, la niña duró varias horas preparada para ser operada, pero el especialista no se presentó, pues es un servicio subrogado, y cuando por fin se consiguió un médico, ya era tarde.
Ahora, esta familia oriunda de El Salto, Pueblo Nuevo, ante las omisiones de las que fue víctima su hija, exige justicia e interpuso la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Desde hace muchos años, el IMSS en la entidad se encuentra rebasado y muy limitado en cuestión de personal y equipo, pues cada día atienden a miles de personas en sus unidades médicas.
Si bien es cierto, hay mejoras en el surtimiento de las recetas, la atención médica es muy deficiente. Para que una persona acceda a una consulta con un especialista pueden pasar meses. Qué decir del tiempo de espera para una operación programada.
Además, hay algunos estudios que no realiza la institución, así que el derechohabiente debe costearlos, o bien, arriesgarse a no tener el diagnóstico correcto y sufrir las consecuencias.
En el caso de las mastografías, también pasan meses para conocer los resultados, aunque se supone que en casos urgentes sí contactan a las pacientes. No es sencillo tomar la decisión de interponer una denuncia contra una institución de salud, pues implica mucho desgaste emocional, tiempo y dinero; sin embargo, es la única forma para obtener justicia cuando se trata de la muerte de un ser querido.
Ojalá que las autoridades realicen una investigación exhaustiva en el caso de esta pequeñita y se deslinden las responsabilidades, aunque es bien sabido que el IMSS rara vez acepta sus errores.
PUNTO Y APARTE.- Un joven duranguense que fue de vacaciones con su familia paterna a Mazatlán, Sinaloa, desapareció la madrugada del 5 de octubre, caso que se suma a algunos otros que han ocurrido en circunstancias similares.
Carlos Emilio Galván Valenzuela, quien por cierto este jueves cumpliría 21 años de edad, fue visto por última vez cuando entró al baño del conocido antro Terraza Valentino's, ubicado en plena Zona Dorada del citado puerto.
Ahora, su familia ha interpuesto denuncias tanto en Sinaloa como en Durango, con la esperanza de encontrarlo a la brevedad posible.
Por desgracia, la desaparición de Carlos Emilio no es la única, pues ya son varios los duranguenses que viajan a Sinaloa y se les pierde el rastro.
Tal vez es momento de valorar si es conveniente viajar a Mazatlán, sin importar que las autoridades digan que es un lugar seguro.
Nos leemos en X: @citlazoe