El PAN Durango se apresuró a ponerse de tapete de Esteban Villegas y negar a Aispuro Torres

Bastó una simple declaración "banquetera" para que el dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Mario Salazar Madera, demostrara a la perfección por qué su partido está sumido en una verdadera crisis en Durango, carente de liderazgos, con menos militantes y a expensas de lo que mande y ordene el gobernador priista Esteban Villegas Villarreal.

Luego de que el presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, anunció que su partido entraba a una nueva etapa donde ya no dependerían de alianza partidista, "ni pasada, ni presente, ni futura", en Durango la dirigencia estatal se apresuró a contradecirlo, a pesar de haber sido el punto medular del "relanzamiento" panista.

"En el ámbito local el contexto es diferente, ya que las decisiones se construyen de abajo hacia arriba, a partir del consenso con comités municipales, consejos estatales y órganos internos. En Durango, la alianza ha funcionado. Tenemos un gobernador surgido de una fórmula exitosa y un gobierno municipal con resultados. Aquí las condiciones locales son distintas y deben analizarse desde la experiencia", dijo Mario Salazar.

No extraña que los "prianistas" en Durango salieran rápidamente a tratar de apaciguar las aguas (no sabemos si por órdenes del Bicentenario o por voluntad propia), ya que, con los bajos números de Acción Nacional en los últimos años, romper la alianza con el Revolucionario Institucional (PRI) sería darse un balazo en el pie a nivel electoral.

Dicho matrimonio que hoy defiende a capa y espada Salazar Madera ha sido el responsable de que cientos de panistas de "abolengo" hayan preferido abandonar el partido, ya que consideran que los valores de aquel instituto político que nació como una oposición real ya estaban demasiado contaminados con la influencia del tricolor.

No se le debe olvidar a la dirigencia estatal panista que, a pesar de haber retenido la alcaldía capitalina en alianza con el PRI, Acción Nacional por sí solo quedó hasta el tercer lugar, detrás de Movimiento Ciudadano y el Revolucionario Institucional, quienes lo superaron en cantidad de votos en donde se supone que es su "plaza fuerte".

El argumento de que se tenía que "consultar" a las bases causó más risas que enojos, ya que los verdaderos panistas que quedan en el estado aseguran que el reparto de candidaturas y toma de decisiones en Acción Nacional tiene tiempo secuestrado por un mismo grupo que ha convertido al PAN en una agencia de empleo familiar.

AISPURO, NEGADO POR SUS EXPARTIDARIOS

Pero los panistas duranguenses no solo se apresuraron a tratar de que el PRI no se enojara, pues también se deslindaron de la presencia del exgobernador José Rosas Aispuro Torres, a quien negaron y aclararon que no existe comunicación directa ni acercamiento de ningún tipo con él y que si estuvo en el "relanzamiento" nacional fue porque desde México lo invitaron.

El PAN en Durango cree que con haber quitado la foto de Aispuro Torres que durante seis años adornó el vestíbulo de sus oficinas y borrando las fotos de redes sociales basta para que a los duranguenses se les olvide la cercanía que existía entre Aispuro Torres, Toño Ochoa y la dirigencia estatal, que les permitió vivir cómodamente durante el sexenio pasado. Ahora resulta que nadie lo conoce y nadie lo voltea a ver.

"Si hay algo que investigar, que se investigue. El peso de la ley debe aplicarse para todos por igual", dijo Mario Salazar, más por compromiso que por verdadera convicción. El problema para el PAN en Durango es que se puede quedar como el perro de las dos tortas, pues está claro que su actual jefe político (Esteban Villegas) coquetea desde hace tiempo con Morena y no vaya a ser que, ya sin el PRI, también termine por perder la capital frente a Movimiento Ciudadano. Ya veremos.