El Triángulo: un sueño hecho realidad

El beisbol en Durango escribe un nuevo capítulo con la inauguración del renovado estadio Antonio “Memín” Garibay, más conocido como el Triángulo de La Forestal. Ubicado al norte de la ciudad, este recinto se perfila como un espacio clave para el desarrollo de nuevas generaciones de peloteros duranguenses, así como un punto de encuentro para la comunidad de los asentamientos humanos aledaños.

Tras décadas de historia como cuna del beisbol popular en la capital, el Triángulo ha sido transformado en una instalación moderna y funcional, con infraestructura de primer nivel: campo completamente renovado, gradas con velaría, barda de jonrón, iluminación profesional, dogouts, back stop, vestidores, baños, cuarto de máquinas y área administrativa. Todo esto con una inversión que superó los 19 millones de pesos.

Este nuevo escenario no solo busca dignificar la práctica del deporte, sino también consolidarse como semillero de talento rumbo al profesionalismo. Se espera que, desde este diamante, surjan futuras figuras del beisbol duranguense, gracias a un espacio digno para entrenar, competir y soñar.

Además del impacto deportivo, el nuevo estadio representa un beneficio directo para las comunidades del norte de la ciudad, al formar parte de la primera etapa del Parque Lineal, un proyecto que apunta al bienestar integral y al fortalecimiento del tejido social a través de espacios públicos de calidad.

La jornada inaugural fue celebrada con el cuadrangular “Los Reyes del Diamante”, un torneo que no solo dio vida al campo, sino que también marcó el inicio de nuevas historias en este emblemático rincón beisbolero. Así, el Triángulo de la Forestal no solo renace como símbolo del deporte duranguense, sino como una promesa de futuro para cientos de jóvenes y sus comunidades.