Salud. Chepina depende completamente de otra persona para alimentarse; tiene diversos padecimientos.
Desde el pasado 12 de junio, El Siglo de Durango atendió la denuncia ciudadana de la señora Silvia Vela, quien vive en la Zona Centro de la ciudad y se ha hecho cargo de Chepina, una joven mujer que no puede levantarse y presenta diversos padecimientos de salud. Sin embargo, hasta la fecha no ha recibido apoyo por parte de las autoridades.
Chepina llegó junto con su padrastro a un cuarto en renta que ofrecía Silvia. Al estar pegado a su vivienda, ella y otros vecinos notaron por los gritos y ruidos que Chepina sufría violencia física por parte de su padrastro, quien se identificó como José Guadalupe.
Hace tres semanas, su padrastro le propinó nuevamente una golpiza, por lo que se solicitó apoyo a la Policía. El hombre fue detenido, pero salió al día siguiente y ya no regresó al domicilio, desde ese momento Silvia se hizo cargo, dándole alimentos y cuidado.
Aunque por ahora Chepina está libre de los malos tratos y abusos que sufría, no tiene más familia que pueda hacerse cargo de ella, por lo que Silvia continua asumiendo esa responsabilidad. No obstante, se encuentra desesperada, pues no cuenta ni con el tiempo ni con los recursos económicos para atenderla adecuadamente.
Silvia no tiene ingresos fijos; está a cargo de su padre, sus hijas, el cuidado de sus sobrinos y otros familiares. Les resulta difícil tener comida en la mesa tres veces al día para todos, y ahora se suma la tarea de alimentar y cuidar a Chepina.
Pero no querer dejar desamparada a su inquilina le ha causado conflictos personales que se suman a los problemas familiares y del hogar que ya enfrenta. No puede creer que las autoridades no se toquen el corazón para ayudarla.
Al domicilio ha acudido personal del DIF Estatal y del DIF Municipal, pero aún no se ha definido el tipo de ayuda que podrían brindar. En cuanto a la denuncia por maltrato y abuso, en la Fiscalía General del Estado se le informó que no puede realizarla ella, ya que no es familiar de la víctima.
SÍNDROME DE ESTOCOLMO
A pesar del maltrato, Chepina desea volver a estar bajo el cuidado de su padrastro y agresor, pues, como ella misma señala, es la única persona que considera familia, aunque reconoce que ha sido víctima de abusos.
Por ello, Silvia solicita protección para que el padrastro no pueda acercarse nuevamente a Chepina. Le han llegado comentarios de que es un abusador de mujeres y tiene antecedentes: se sabe que asistía al albergue de Tambitos, donde conoció a la madre de Chepina, quien falleció hace años.
Chepina permanece postrada todo el día en un colchón y depende completamente de otra persona para alimentarse, ir al baño o realizar cualquier actividad de higiene personal. Por esta razón, ella insiste en que su padrastro es la única persona que podría hacerse cargo.
"Si ella logra reponerse, ganar peso y caminar, se va a dar cuenta de que tiene otras opciones para vivir, que no necesita a su padrastro. Chepina merece una buena calidad de vida", expresó Silvia.
El siglo de durango
