
La historia fue escrita por Alexis Casas Eleno y adaptada y dirigida por Brian Smythe Mendoza.
El Teatro de la Juventud fue el escenario de la obra "En la tierra de los corderos", una propuesta escénica intensa y simbólica creada por el colectivo Espejo de Hueso.
Dirigida al público adolescente de entre 12 y 17 años, la obra aborda los conflictos internos, la culpa y la violencia desde una perspectiva que invita a reflexionar sobre la delgada línea que separa a las víctimas de los victimarios.
Escrita por Alexis Casas Eleno y adaptada y dirigida por Brian Smythe Mendoza, la historia presenta a tres jóvenes, un introvertido tigre, un temeroso oso y una triste rata (o quizás un cordero), que se involucran en un perverso juego al secuestrar a un compañero de escuela, conocido como la "sucia mosca".
A medida que los personajes enfrentan sus miedos más profundos, la trama revela la fragilidad moral de quienes, atrapados en la adolescencia, oscilan entre la inocencia y la crueldad.
Tras el elenco
El elenco integrado por Noemí Mendiola, Raymundo Rodríguez y Josselyn Palacios dio vida a esta historia a través de una puesta en escena que combina simbolismo, oscuridad y una cuidada estética visual. El concepto e iluminación estuvieron a cargo de Brian Smythe Mendoza, la escenografía fue diseñada por Erik Martínez, el diseño sonoro por Alejandro Mier, el vestuario por Anna Herrera y la producción por Joshi Madrid.
"En la tierra de los corderos" fue beneficiada por el Proyecto de Producción Escénica 2025, en el apartado V del Centro Cultural Helénico y el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED).
La obra contó con asesorías de Enrique Longoria, José Ángel Soto y Leonel, así como el apoyo de CECOART, Alma Barajas, Patricia Moreno y el propio Teatro de la Juventud, espacio que acogió una función que dejó en los asistentes una profunda reflexión sobre la naturaleza humana yes de la inocencia.



