
Entre médicos
Voy a escribirle sobre algo que pudiera desatar polémicas; puedo o no tener razón, pero está sucediendo entre las nuevas generaciones de médicos estudiantes, quienes intentan alcanzar una especialidad o subespecialidad.
Es innegable que en las residencias médicas existen tratos inhumanos, explotación y profesores abusivos, intransigentes y/u odiosos, descargando sus complejos y frustraciones.
Le comparto comentarios -resumidos- solicitados a compañeros.
"Es verdad que los nuevos médicos residentes son muy delicados y algunos varones se comportan como ´señoritas mimadas´, que toman las indicaciones como agresiones, logrando que sus superiores sean castigados". Pocos casos, algunos señalados y castigados injustamente.
"Hacer guardias es pesado; para disfrazar la "explotación", en mis tiempos en el IMSS, les llamaban elegantemente: "práctica clínica complementaria".
"Ciertamente nos quejábamos del cansancio. Los primeros 2 años, en el Centro Médico Nacional hacíamos guardia cada 3er día; al tercero cada 4; aun así, era cansado. No me imagino lo que sufrieron algunos compañeros que durante toda la residencia trabajaron 36 horas por 12 de descanso".
"Las guardias eran muy pesadas, pero nos dejaban mucha enseñanza... no nos gustaba que nos dieran órdenes nuestros superiores, sobre todo si lo hacían en tono mandón, pero reconozco que eso me hizo aprender mucho".
"Ahora, el problema es que los nuevos médicos casi quieren desaparecer las guardias o hacerlas una vez por semana (...) actualmente hay adscritos en todos los turnos y no están solos; además de todo se quejan".
Otros médicos comentaron:
"Sin llegar al extremo de lo que le sucedió a esa doctora y a otro residente que hace no mucho se suicidó, algo hay que hacer para que la residencia sea realmente un periodo de aprendizaje y entrenamiento (...)".
"Para ´los viejos´, es una experiencia que dejó orgullo y pertenencia, pero para ´los nuevos´, un choque brutal en su mundo light".
"El mundo está cambiando; no necesariamente para bien o mal, es diferente. Lo que es bueno para una generación puede no serlo para la siguiente".
"Durante la carrera -y antes de empezar- ya se nos había advertido de la friega que iba a ser; no solo la carga académica sino la carga física y nos decían que era muy importante tener vocación y dedicación (...).
"Durante la carrera: estudiar de noche, hasta la madrugada, luego ir a reventarse como si no existiera el mañana; para el internado estábamos bien adoctrinados que era importante respetar las jerarquías".
"Dependíamos de los pases de visita, donde el adscrito preguntaba y todos iban muriendo y eran humillados por ronda, empezando por el estudiante y terminando por el último residente".
"Si aguantabas una o dos preguntas te ganabas el respeto, pero si no sabías, entendías que te quedabas guardado o te tocaban los trabajos más miserables".
"Mi primer año de residencia hice guardias A-B luego el segundo ABC y el siguiente ABCD. Me quedé dormido en los semáforos, haciendo las notas en la noche -con humor leían mis adscritos en el paso de visita, pues escribía a veces lo que soñaba-. Me guardaron fines de semana y en ocasiones pasé sin guardia una semana, porque dos de mis adscritos me sacaron de la guardia y fui su chofer durante su travesía nocturna -ventajas de caerles bien"-.
"En EUA hice otra residencia, no me regañaban ni se burlaban de mí en los pasos de visita; si no sabías te mandaban a estudiar.
(...) me di cuenta de que soy una fiera clínica, pero deficiente en investigación (...)".
"Los estudiantes ahora quieren ser médicos para enriquecerse, (...) fácilmente se ´rompen´, obviamente no se justifica el exceso de trabajo y maltrato".
"Mis hijos médicos, con educación tradicional, se sorprenden como estudiábamos de los libros y artículos copiados en la biblioteca.
Hoy, sin computadora y redes no buscan el conocimiento (...) ellos tienen acceso a información sobrada".
"La ética es otro problema: piensa cuales eran nuestros criterios y el de los maestros en cuestiones de aborto o eutanasia; ahora reciben influencias basados en "evidencias" (...) no entra la moral o la ética".
"Nosotros ya vamos de salida y nuestra influencia es más limitada".
" (...) yo no hice residencia para la especialidad, pero soy la primera en aconsejar a los médicos que laboran conmigo se sigan preparando, (...) una de ellas renunció a la especialidad de cirugía por el maltrato psicológico y físico que recibía de los titulares, no fue la única (...) entiendo que deban ser estrictos, pero no groseros."
"Yo disfruté mucho mi residencia, eran guardias A B y cada 15 días entraba a guardia el viernes y salía el lunes a las 4 pm, para poder descansar un fin de semana cada 15 días y el martes a guardia, pero nunca lo vimos como lo ven otros, aprendí mucho y disfrute.".
Quise compartirle distintas posturas. ¿Usted qué opina?