Editoriales

OPINIÓN

Época de calambres y finales

DurangoNómico.

Época de calambres y finales

Época de calambres y finales

ESTEBAN G. ROSAS

Noviembre es un mes con poca personalidad; no tiene lunas como las de octubre, ni fiestas como diciembre, la temperatura apenas empieza a bajar y no sabes si ponerte chamarra o camisa hawaiana de manga corta. Es como un mes "bisagra". Inician los calambres para quienes tenemos que pagar aguinaldos y para quienes esperan que estos no fallen, pues ya se lo gastaron por anticipado en el Buen Fin, y eso de meses sin intereses los alcanza muy pronto. Los que nacimos en este mes, como mis amigos Mundo, Garzita y yo, de todos modos celebramos, olvidando las vicisitudes que trae consigo nuestro noviembre.

El citado mes también es el preludio del cierre de fin de año; fiscal y contable, en diciembre. En noviembre, revisamos las metas que nos pusimos y valoramos lo poco realistas que fuimos al hacerlo, pero con tiempo para buscar los pretextos adecuados de justificación, por fallarle al pronóstico. Por ejemplo, crear 1.5 millones de empleos frormales más en México en 2025, y apenas llegaremos, si bien nos va, a 250 mil. Llegar a ser la economía número 10 en el mundo, pues Brasil, que es la número 10 hoy, crecerá al 2.4% y nosotros apenas andaremos por el 0.3%.

Yo tendría un nuevo saxofón tenor y a la fecha no completo el enganche aún. Nos fuimos grandes y muy confiados; en estos ejemplos le fallamos a la predicción por mucho.¿Qué pasó? O nos aconsejaron y acreditamos a personajes que no tenían ni idea del desempeño de tal o cual variable, o de plano le hicimos caso a algun consejo de quien parecía tener un fusible gastado en el hipotálamo y confundió economía con entropía, gimnasia con magnesia y deuda con piedra. ¿Un economista con especialidad en enología o carbonato de magnesio?

En este mes, nos encontramos con la triste realidad de que en 2025 crecimos poquito; aunque en 7 años salieron de la pobreza extrema 13 millones de compatriotas, ¡logro sensacional!. Pero nos enteramos de que cada año -y este no fue excepción- el PIB por mexicano cayó a 191,400 pesos al año, igualito que en el 2017. Con tristeza, vemos que nos estamos acostumbrando a crecer de una manera raquítica; crecemos (0.2%), sí, pero sin levantar el vuelo.

En el presente siglo, nuestro país ha generado riqueza en promedio de 1.8% anual, apenitas arriba del crecimiento de la población. Ojalá nuestro consejero no nos sugiera bajarle al crecimiento de chamacos, para que nos toque más; entre menos burros, más olotes, decimos en la sierra. Sugeriría correrlo u ofrecerle un puesto en la administración del Centro de Salud Mental, y elegir crecer más y mejor.

Escribo esto, posiblemente adelantado; pero siempre vemos a diciembre cerquita y dejamos lo urgente para mañana, y nos concentramos en las posadas, Santa Claus, los tamales, la fiesta del fin de año, y nos convertimos en un "dólar"; pues nos vale en esa época un cacahuate lo que le pase al peso (al dólar Fix o a la báscula)

Se acerca fin de año, fin de la Liga de Futbol, y pausa a nuestros pesares.

Ánimo.

Escrito en: DurangoNómico apenas, pues, año,, millones

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas