
Esto de ser mujer
Sin exagerar el ritual mañanero para la mayoría de las mujeres antes de salir de nuestras casas consiste en echarnos al menos cinco productos entre jabones, cremas, desodorantes, perfumes y algo de maquillaje, aunque sea un poco de base y rímel, peinarnos y aparte, elegir la ropa, zapatos y accesorios ¡uff!.
Los trucos de belleza de las mujeres son una forma de expresión creativa, pero a veces es difícil ser mujer, ¿no lo creen? demasiado ajustado, demasiado corto o demasiado escote.
Para estar a la moda y lucir fabulosa, a veces debemos hacer determinados sacrificios. Desde la incómoda minifalda para vernos sexys, con la cual, no puedes ni agacharte con naturalidad y debes cruzar tus piernas, requiere un control cuidadoso al sentarse, las pantimedias para disimular la celulitis, son súper incómodas y nos lleva tiempo colocarlas adecuadamente, usamos tacones altos que nos deforman los pies y la columna, con tal de estilizar las piernas, sobre todo el tacón aguja, es un calzado ¡súper incómodo! pero siempre estamos dispuestas a usar zapatos que nos dejan sin poder estar de pie cómodamente, aun cuando todos sabemos que el objetivo principal de los zapatos es hacer que sea más fácil pararse y caminar, los zapatos de mujer hacen un trabajo terrible como zapatos pero aun así, amamos los tacones.
Los fabulosos escotes sabemos que captan la atención de todos los hombres, pero la realidad es que con este tipo de prendas debes tener mucho cuidado, ya que no puedes moverte con libertad. Usar ropa ajustada nos deja ronchas en el cuerpo, ropa con las que hasta se nos dificulta el respirar profundamente como las odiadas fajas, no sé a qué hora a las mujeres se nos metió la idea de que ¡podemos usarlas!
Depilarnos ¡es terrible! arrancar el vello de raíz nos produce enrojecimiento, dolor e irritación. Y que me dicen de las piedras en el bolso que cargamos, es cierto, cada vez que tomo mi bolsa, no me explico ¿cómo puedo llevar colgando todo ese peso en el hombro?...
La ropa de las mujeres es más propensa que la de los hombres a causarnos tormento, es cierto que las mujeres hacemos cualquier cosa para vernos fabulosas, desde tratamientos de belleza extravagantes hasta usar prendas incómodas para vernos increíbles, estamos ¡tan locas! que somos más propensas a usar ropa y zapatos que nos causan dolor, ampollas y suplicio, porque sentimos que el sacrificio vale la pena para vernos bien.
La moda si incomoda es la cruda realidad...Desde la depilación hasta las inyecciones faciales y la cirugía plástica, para muchas mujeres, la búsqueda del atractivo físico viene acompañada de tortura e incomodidad.
El culto a la apariencia, dedicar tiempo valioso y hermoso de nuestras vidas para tratar de encajar en un modelo cruel, que nos mutila lo propio, nos obliga a editarnos el cuerpo, de mil diferentes maneras.
El negocio de las revistas y las marcas es contarnos que tenemos que comprar lo que ellas venden porque si no, no seremos aceptadas. Nos cuesta trabajo mirarnos al espejo y reconocer que ya no somos ni tan jóvenes, ni tan delgadas, ni tan rubias, ni tenemos el pelo tan largo, ni la piel tan blanca, ni nuestras bocas y senos son prominentes.
Yo me pregunto ¿para quién nos "arreglamos? Y es que ¿hay algo qué arreglar?, el "arreglo" implica modificar algo que está "estropeado" y cambiarlo para que sea mejor, para que "luzca más bonito".
Pero ¿no es ésta una imposición machista, que intenta modificar nuestros cuerpos y adornarlos para alguien más y, no para la felicidad propia? Las mujeres debemos deconstruir el concepto de tal forma, que reconocer el "arreglo" no suponga un cambio, sino un ejercicio amoroso de aceptación. El arreglarse no implica cambiarnos sino más bien amarnos.
Es válido tener o no tener "kilitos de más" o "pelitos" pero es importante recordar que estos no tienen nada que ver con tu belleza y feminidad. Se nos inculcó con la idea de que dejarse el vello no es "bonito", de que si no te depilas no tienes higiene, pero es momento de cuestionarnos estas prácticas.
No existe una sola forma de ser mujer, atrévete a salir del "molde perfecto" que se ha impuesto en la publicidad y en la sociedad de general. Define tu concepto de feminidad y belleza, solo así podrás descubrirte, definirte y encontrar tu propia esencia.
Porque no importa tu talla, tus ojeras, tu acné, tu pelo, tu peso, tus "imperfecciones", es momento de abrazarlas y no dejar que nadie apague tu brillo.