Estrategia actual de EUA hacia México
La estrategia del presidente Donald Trump hacia México durante su mandato (2017-2021) se caracterizó por una combinación de presión, pragmatismo económico y enfoque unilateral en seguridad. Desde su campaña electoral y primeros 100 días de 2025 de regreso al poder, está enfocada a militarizar la lucha contra cárteles mexicanos, control total de la frontera, política migratoria de fuerza, condicionalidad económica y arancelaria, retórica de subordinación y estigmatización, repliegue hemisférico y presión directa sobre México. "Manteniendo efectos profundos en nuestra soberanía, economía y seguridad nacional 'el gobierno de México enfrenta una severa escalada retórica y militar".
Nos vulnera estructuralmente como socio desigual y actor subordinado a su lógica de seguridad nacional erosionando nuestra soberanía, afecta sectores económicos clave y desestabiliza nuestra seguridad interna al priorizar control fronterizo e intentar intervenir.
"En soberanía" su presión y amenazas 'muro, aranceles, intervención militar' nos obligó a ceder sin negociación haciéndonos un "tercer país-seguro de facto", aceptar contener migrantes para evitar represalias, asumir vigilancia fronteriza de su interés en nuestra frontera sur 'renunciando al principio de autodeterminación. "Sus presiones actuales de bombardear laboratorios de fentanilo e intervenir con tropas estadounidenses vuelven a amenazar nuestra soberanía".
"En economía" usa amenazas arancelarias como herramienta política. En 2019 crearon incertidumbre en inversionistas, afectó tipo de cambio, el clima de negocios y negociaciones del T-MEC fueron bajo chantaje que aceptamos por presión; disposiciones más rígidas en automotriz, agricultura, trabajo y energía. Actualmente critica nuestros criterios energéticos (Pemex-CFE) anticipando nuevas presiones para abrir esos sectores; limita autonomía económica-regulatoria; afecta remesas, redes laborales binacionales y su presión migratoria deja miles de personas varadas en México, generando apremios sociales y fiscales.
"En seguridad" sabe que los cárteles mexicanos son una amenaza criminal interna-externa y nuestra permisividad permite presión-condicionante. Los designa grupos terroristas internacionales por capacidad de fuego, control territorial y violencia sistemática, responsabilizándolos del flujo masivo de fentanilo y muertes. "Justificando militarizar la relación con México al vincularlos con su seguridad nacional". Sus redes de inteligencia en México ubican cárteles como estructuras criminales transnacionales con dominio territorial, gobernanza paralela y cooptación institucional; liderazgos con lógica empresarial y protección política; con brazos armados financiero-tecnológicos y sociales que controlan economías locales, reparten dádivas y reemplazan funciones del Estado. "Minando legitimidad del régimen mexicano".
Impunidad que permite su expansión, captura del Estado selectiva o parcial; funcionarios de seguridad, fiscales, alcaldes y policías que colaboran o "neutralizan", cohabitan gobierno y grupos delictivos, entregando soberanía del pueblo mexicano sobre territorio y gobierno".
"Los carteles actúan como protagonistas de poder, aprovechan el vacío institucional y negocian su existencia con el régimen". Aprovechando EUA esta "ineficiencia" mexicana como excusa-desconfiada para imponer condiciones a nuestra debilitada soberanía; difunde sus logros internos en control de armas, aseguramientos, lavado de dinero y juicio de líderes mexicanos; nos exhibe al realizar sin informar acciones encubiertas-técnicas y abiertas de inteligencia en nuestro territorio; condicionamientos comerciales, diplomáticos y amenazas de sanciones-intervención militar si no tenemos los resultados que exige.
"Nuestros cárteles son una triple amenaza que se define 'como poder que desafía al Estado mexicano desde dentro 'internacional para nuestros vecinos 'y como pretexto útil en la relación bilateral para imponernos condiciones, romper simetría diplomática y justificar intervenciones".
Contrarrestar estrategia estadounidense y el poder de nuestros cárteles es un titánico desafío. México puede combinar "diplomacia firme y seguridad interna realista" cambiando discurso vacío 'de socio-pretencioso a actor propositivo-confiable' convocando a una cumbre regional inclusiva sobre crimen transnacional, evidenciando flujos impunes de armas desde EUA y precursores químicos desde Asia. "Capturando líderes, destruyendo estructuras y perseguir-capturando apoyos internos de cárteles". Llevar el tema a foros multilaterales donde participamos y somos escuchados, demostrando que no somos Estado fallido y que el crimen tiene dimensiones globales; crear un mecanismo regional de seguimiento al crimen transnacional con participación de las Américas. "Responsabilizar a los países de destino y asumir la nuestra como emisor". Reforzar-recuperando socios económicos-comerciales con Europa-Canadá y Asia, reducir dependencia estratégica de EUA incluyendo temas de seguridad y combate financiero al crimen en esos acuerdos, incluir un texto anticrimen transnacional en nuestros tratados comerciales multilaterales que den soporte a instituciones mexicanas. Nuestro gobierno puede neutralizar la estrategia de Trump y el poder de los cárteles, abandonando la defensa discursiva-temerosa y pasar a imponer condiciones, recuperar territorio y reorganizar el aparato estatal, reconstruyendo nuestra soberanía activa con capacidades políticas-jurídicas reales, inteligencia estratégica y una diplomacia propositiva que marque la agenda regional y global.
"Urge atender el desafío, porque ambas amenazas mantienen la "Iniciativa Estratégica" hasta hoy, avanzando diariamente sin freno".
*El autor de esta colaboración es General de División de Estado Mayor, Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales.