
Impacto. El mexicano, portando el apellido de su madre, entró tarde al partido y revolucionó el juego para el Rossoneri.
Para la Jornada 36 de la Serie A, el AC Milan recibiría en el estadio Giuseppe Maezza al Bologna, rival que había estado manteniendo un futbol interesante en la liga italiana en la lucha de meterse a los compromisos internacionales.
Cambios importantes
El estratega Sergio Conceição entraría en presión al no ver resultados y sobre todo, al '49 Riccardo Orsolini rompió el cero en el partido, marcando el primer tanto para el Bologna. Minutos después en el '65, el portugués decide meter a 3 jugadores: Santiago Giménez, Samuel Chukweze y Kyle Walker, un jugador por cada área del terreno para tener piernas frescas y remar contracorriente.
En la insistencia y desesperación de los locales de generar un tanto, el "Bebote" anotó tras un pase por parte de Christian Pulisic derivado de un rebote defensivo, empatando el partido al '73. Con un gran momentum del Milan, el estadounidense puso el balón detrás del arquero polaco, siendo ahora los locales quienes tendrían la ventaja.
El del doblete
Por último, en una gran carrera de Chukweze, el nigeriano buscó al mexicano para que definiera, y dicho y hecho, Santi metería el tercer gol para su equipo, terminando con toda esperanza de sus rivales de empatar.
Con este resultado, el Milan se coloca en octavo de la tabla general de la Serie A, lugar que los deja sin posibilidad de ser invitados a compromisos UEFA, por lo que los próximos partido ante la Roma y Monza, serán definitivos para que los rossoneros se clasifiquen.