
Fuerza. Con la regulación de motores de 2026 en el horizonte, Cadillac no quiere ser un invitado de paso, sino un protagonista con visión de futuro.
El británico Graeme Lowdon, que hizo su último paso por la categoría al frente de la modesta escudería Manor, ha sido designado como director del equipo Cadillac Racing, un proyecto ambicioso que marcará el retorno de General Motors a la élite del automovilismo internacional.
En su época con Virgin y posteriormente con Marussia/Manor, fue clave en la supervivencia de estas escuadras en momentos críticos, manejando presupuestos limitados sin perder la perspectiva de largo plazo.
Aunque sus equipos no brillaron en lo deportivo, Lowdon se ganó el respeto por su enfoque realista y compromiso con los valores del deporte. Su regreso no solo es un voto de confianza en su liderazgo, sino también una señal de que Cadillac quiere combinar innovación con experiencia genuina.
La llegada de Cadillac a la F1 no será un simple experimento, el equipo estadounidense busca establecer una base competitiva desde el primer día, con el respaldo técnico de Andretti y el peso institucional de General Motors. En ese contexto, Lowdon es visto como una pieza clave para dar solidez organizativa y credibilidad al proyecto ante la FIA y el paddock.