
Grecia Quiroz revela cómo fueron los últimos momentos de Carlos Manzo: ‘siempre creí que él era invencible'
En una entrevista con Joaquín López Dóriga para el programa de Radio Fórmula, la viuda de Carlos Manzo, Grecia Quiroz, hizo fuertes declaraciones.
A más de dos semanas del asesinato de Carlos Manzo, la actual alcaldesa y viuda del exalcalde de Uruapan compartió por medio de Radio Fórmula cómo fueron los últimos días y horas de su esposo.
Uno de los momentos que compartió es que estuvo llegando de madrugada a casa días previos al evento del Festival de las Velas, esto para que todo saliera como lo deseaba, para supervisar la obra personalmente, cada espacio del centro, la ciudad, los parques y las decoraciones.
“Le gustaba que todo quedara perfecto, que la gente estuviera contenta y que no hubiera motivos de quejas”, mencionó Grecia.
El día del evento se levantó temprano para continuar con los detalles faltantes. Preparó y revisó cada detalle del encendido, llevó con él a uno de sus hijos y regresó a la casa por la tarde para estar junto a su familia.
Grecia recordó que se les hizo tarde y salieron de casa apresurados, con el objetivo de llegar a tiempo al inicio de una de las celebraciones más importantes de su municipio.
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¿Qué le pidieron a Carlos Manzo antes de su asesinato?
Grecia mencionó que esa noche el ambiente era pura alegría, fiesta, expectación, que nunca había visto tanta gente reunida para un evento como el Festival de las Velas. Carlos Manzo caminaba entre la gente apresurado, como siempre protegido y rodeado por los ciudadanos. Minutos previos al ataque, Carlos trataba de entregarle a otro de sus hijos, al mismo que llevaba en brazos, pero que por la multitud y la presión del evento no podía.
“Cuando vio a las personas, sin pensarlo, regresó para tomarse fotos con ellas. Yo decidí quedarme en la entrada con mi hijo… Él tenía mucha inquietud de entregarme al niño (su otro hijo). Le dije que no podía porque los dos son aún de brazos, así que le hice una seña para que alguien que me apoyaba recibiera al niño. Ya que pudo, entrégamelo; él se movía con más facilidad”.
Grecia subrayó que su esposo nunca se negaba a una fotografía y a tener un acercamiento con la gente, acción que lo volvió sumamente vulnerable, pues justamente antes de que posara con alguien para tomarse la foto del recuerdo, un sujeto se le acercó y sin pensarlo le disparó a quemarropa.
La única reacción que tuvo Grecia fue proteger a sus hijos y correr a buscar refugio: “Mi mundo se cerró en mis hijos y lo único que cabía en mi cabeza era la imagen que vi cuando esa persona llegó, atacó a Carlos”, mencionando también que el suceso ocurrió a metros de distancia de donde ella se encontraba y que ella lo observó todo.
El personal de seguridad la llevó a la casa de cultura, donde permaneció con miedo, incertidumbre y la esperanza de que Carlos sobreviviera un poco más de una hora, tiempo en el que no supo casi nada de lo que había ocurrido. En su desesperación, logró comunicarse con alguien de su confianza que le confirmó la muerte de su esposo Carlos Manzo.
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“Era mi superhéroe, era invencible”
Grecia se trasladó al hospital, donde al llegar experimentó un tipo de dolor indescriptible y devastador: “Carlos era mi superhéroe… Siempre creí que él era invencible”. Esa noche se volvió de vela íntima, después se llenó de gente, decenas de ciudadanos que se despedían con fe, cariño y liderazgo genuino que Carlos se había ganado.
La alcaldesa señaló que su esposo nunca actuó como un político, sino como alguien que se preocupaba por la gente; “primero la gente” era una frase que lo caracterizaba, lo demostró con hechos y eso fue una ayuda para el lanzamiento del Movimiento del Sombrero.
Entre el duelo, la presión del equipo y la propia síndica, la impulsaron a tomar las riendas del gobierno municipal. Confesó que en un momento solo pensó en salvar a sus hijos y dejar todo atrás, pero luego pensó que eso sería traicionar el esfuerzo, la lucha y el sacrificio de su difunto esposo.
“Si yo me iba, sentía que estaba echando a la basura todo lo que él hizo hasta su último día. No podía abandonar esta lucha que es de él, pero que ahora siento mi responsabilidad”.
Grecia reconoció el reto de ser fuerte ante sus hijos: “Fue muy difícil, Joaquín, porque he tenido que ser fuerte ante mis hijos. He tenido que ser valiente porque, como mamá, no puedo darme el lujo de quebrarme frente a ellos. Son muy pequeños y no entienden muchas cosas. He tratado de mantenerme firme y de que me vean bien, porque también es duro que, de un día para el otro, no vean a su papá y además me vean a mí, mal”, concluyó.