Halloween, ¿tempranero?

All Hallows Eve es la víspera de la fiesta de todos las santos el 1 de noviembre y que se celebra el 31 de octubre. Esta palabra escocesa transformó Eve ( víspera) en ´éen ( en el dialécto celta) y quedó Hallow-een, como hoy lo conocemos. Los irlandeses y escoceses que migraron a los USA trajeron esas costumbres a América, y nosotros, como nos gusta la fiesta y los puentes, pues adoptamos el Halloween, esperando no trabajar ese día 31 de octubre, ni el 1 y menos el 2 de noviembre. Advierto que ya el calendario oficial canceló esos asuetos; solo quedó el 2 de noviembre, que es sagrado para México.

En la actualidad, esta fecha ha incorporado -por negocios, por supuesto- temas de miedo, terror y personajes con costumbres nada convencionales, como Freddy Kruger, Jason y otros. ¡Uyyy!

Este mes del año en curso es posible que Halloween llegue antes de lo esperado, poniándole un poquito de miedo a nuestra economía, pues han ustedes de recordar que en la segunda semana de octubre se vence nuestro plazo para negociar los aranceles a nuestras exportaciones con Mr. Trump. La empresa que vende esa botellita rosa con contenido líquido para controlar los dolores agudos de estómago y sus consecuencias está de plácemes, pues ha vendido en estos 90 días lo de 2 años. No es para menos.

Las negociaciones siguen su curso, aunque han surgido temas como: la prenegociación del T-MEC (Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá), temas de seguridad e incertidumbre judicial, con que nos tienen amenazados las otras partes. Pedimos paciencia para esperar que termine la curva de aprendizaje de nuestro Poder Judicial, pero de allá nos dicen que a poco no nos asustamos cuando nos informan, desde la cabina de pilotos de nuestro vuelo, que no nos apuremos, pues si se mueve mucho, es porque el piloto está en su curva de aprendizaje. Y el doctor que nos va a operar, y nosotros ya en la plancha, nos pregunta que cuál es el riñón que nos va a quitar, argumentando y disculpándose que está en proceso de aprendizaje. ¡Ay, nanita! Para esas cosas no hay tiempo de espera, y menos el país, pues el Producto Interno Bruto, el famoso PIB, está prendido de alfileres, sostenido solamente por las exportaciones.

El PIB se compone de inversión (que va de bajada -20% la pùblica y -6% la privada) + consumo (que también reporta números negativos en agosto) + gasto (la inversión en infraestructura en su mínimo y -17% el valor de la construcción), solo nos queda (exportaciones - importaciones). En agosto, las exportaciones reportaron un aumento de 7.4%, hasta 55 mil millones de dólares, aun con las incertidumbres, amenazas globales, empleo nacional formal, arañando apenas en agosto el resultado positivo (enero-agosto 250 mil vs 800 mil necesarios).

Como pueden deducir queridos lectores, si no arreglamos en octubre con nuestros vecinos las negociaciones para imponer nuevos aranceles a nuestras mercancías, ni con el 50% que vamos a imponer a los carros chinos salimos. Claro que confiamos en nuestros excelentes negociadores y al éxito en las pólíticas públicas para abatir la incertidumbre, para incrementar la competitividad del país, alistándolo para atraer inversiones manufactureras, que generen valor agregado (PIB).

No hay de otra, jóvenes. A arreglar este entuerto, que los jueces aprendan rápidamente y generen certidumbre, que las empresas pymes se modernicen y que apostemos por el desarrollo, aun a costa del déficit (eso lo pienso yo). Finalmente, hacer ejercicios de evasión, por si el Vampiro Fronterizo nos persigue antes de Halloween.

Aguas, que no se nos vaya a hacer nuestra región calabaza antes de tiempo, como a la Cenicienta.

Ánimo.