
Hamburguesas, felicidad y el arte de elegir bien
Comer nos hace felices, eso es un hecho... Comer es, de hecho, un exquisito placer. Pero esto no es algo nuevo, ya en la antigua Roma lo era, pues se celebraban grandes banquetes en los que las personas vomitaban la comida para poder seguir comiendo. Cuando comemos nuestro cerebro libera dopamina, la hormona asociada al placer. Esto provoca una sensación de bienestar y felicidad que nos hace percibir el comer y la comida como algo agradable que, sin duda, queremos repetir.
Comer es toda una experiencia de sabores y texturas. La hamburguesa nos ofrece la satisfacción de degustar muchos sabores en un solo plato: el sabor jugoso de una buena carne con sabores dulces, salados, ácidos y amargos en un único bocado, ¿Quién se puede resistir a experimentar esto? cebollas salteadas, champiñones, quesos, verduras, kétchup, mostaza, son una explosión de sabores que se desbordan en tu boca al masticarla.
Disfrutarlas activa la hormona de la serotonina, la felicidad y el placer es por igual tanto para niños como para adultos, por eso son consideradas uno de los platos favoritos, se encuentran entre el top de comidas preferidas, en competencia con la pizza y nuestros amados tacos.
Alguna vez escuché decir por ahí que la vida es como una hamburguesa, tienes que saber llenarla con los mejores ingredientes. Esta es una frase que se ha utilizado para expresar la idea de que se debe disfrutar la vida con buenos elementos. ¿Disfrutar la vida? ¿Qué diablos es eso? ¿Eso cómo se come? El día de hoy vamos a ver cómo llenar tu vida de sabor: lecciones de una hamburguesa.
Cuando el mundo es verdaderamente un espacio caótico y complicado, afrontar el desafío de nuestro día a día parece cada vez más difícil, las personas lloran y se quejan.
No disfrutan del desayuno que alguien querido les ha preparado con amor, porque se la pasan pensando en lo mucho que tienen que trabajar y mientras trabajan, pasan el día calculando cuanto les falta para reunir el dinero que les permita acceder al crédito del auto que quieren comprarse. Algunas personas aún no entienden que, el verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva, vivida y disfrutada cada día, a cada instante.
Al igual que para disfrutar de una hamburguesa, deberás elegir ingredientes de tu gusto, salsa picante, chiles frescos o pepinillos gourmet, tomatito y lechuguita, el mejor corte de carne, el clásico queso cheddar, suizo o Roquefort, salsa agridulce, ahumada o spicy y claro elegir el mejor pan calientito. Se trata de prepararla a tu gusto y acompañarla con tu bebida favorita, hacer que tu hamburguesa sea memorable y antojable, siempre puedes pasar de lo insípido a lo especial, de lo desabrido y soso a lo espectacular... le puedes dar más valor a este platillo añadiendo mayor sabor, calidad en los ingredientes y una preparación más cuidadosa y sabrosa.
Del mismo modo, tienes la posibilidad de hacer cada día más alegre y significativo, muy pocas veces nos detenemos a pensar y reflexionar sobre nosotros mismos, y conectar con nuestro verdadero yo, escucharnos puede aportarnos muchos detalles sobre nosotros mismos y así poder embellecer más nuestra vida, un diálogo interno profundo que te permite conectar con tu propia existencia de una manera más placentera.
El autoconocimiento es clave para nuestro bienestar, pues nos ayuda a poner los pies en el suelo y a saber hacia dónde dirigirnos, a tomar mejores decisiones y solo así poder elegir los mejores ingredientes para tener una vida con verdadero significado y así de igual manera poder preparar tu hamburguesa a tu gusto, darle un toque original y crear tu propia versión ¡y listo!, tendrás una comida que te alegrará el día y te hará sentir feliz.
¿Cuál es la mejor para ti? ¿Jugosa y con carne alta calidad? ¿Muchos toppings y creatividad? ¿Vegana o saludable? ¿Clásica y bien hecha? Saber lo que te gusta, te hace feliz y además elegirlo es un placer fantástico.
Y sí, encontrar a alguien a quién no le gusta la hamburguesa es casi imposible también es un hecho...