
Bomberos de Durango despiden a 'El Güerito', compañero caído
La noche del 30 de enero, el bombero Miguel Ángel Ávila Cabada sufrió un accidente al circular en su motocicleta por el bulevar Durango.
Ese día, todos los cuerpos de auxilio de Durango y la región se unieron en oración por la recuperación del joven bombero de 24 años de edad. Sin embargo, al amanecer de este domingo 23 de febrero, la tristeza invadió los corazones de bomberos y paramédicos de Durango, así como de la sociedad en general, ya que los médicos declararon la muerte de Miguel Ángel.
Las instalaciones de Funerales Monte Alban se vieron invadidas por compañeros amigos y familiares de Miguel Ángel, quien a lo largo de sus cortos 24 años se dedicó, sin querer, a sembrar una semilla de amor y amistad.
Entre las pláticas que se escuchaban por la sala se podía entender que Miguel Ángel era un miembro importante para los elementos de la Dirección Municipal de Protección Civl, quienes con cariño le llamaban "Güerito" o "Beliquín".
La mañana de este lunes, al filo de las 10:00 horas, al estacionamiento de los funerales antes mencionados arribaron dos unidades de bomberos, con el fin de ser punta y retaguardia del cortejo fúnebre que llevó el féretro de Miguel Ángel al corazón de la Estación 2 de la Dirección Municipal de Protección Civil, en donde pasó grandes momentos, desde que fue voluntario.
Uno a uno, sus compañeros y altos mandos fueron dando palabras recordando las experiencias que tuvieron con Miguel Ángel, quien siempre tuvo momentos para apoyar a sus compañeros y tenía la vocación de servir a la población.
Innumerables servicios fue donde se pudo observar la pasión y disciplina que Miguel Ángel mostraba, ya sea incendio, atención prehospitalaria o rescate. A través del uniforme irradiaba confianza y seguridad.
Por último, familiares y amigos acudieron a la misa de cuerpo presente al Templo de Nuestra Señora de los Ángeles, para posteriormente darle el último adiós en el panteón Getsemaní.


