
Un hombre de 43 años de edad murió de un balazo cuando fue a buscar material de construcción que le robaron.
La noche de este domingo, al área de Urgencias del Hospital 1 de ISSSTE ingresó una persona del sexo masculino con una herida producida por proyectil disparado por arma de fuego. Sin embargo, minutos más tarde perdió la vida, razón por la cual dieron aviso a la Fiscalía General del Estado de Durango.
Elementos de la Policía Investigadora de Delitos (PID) arribaron al nosocomio y confirmaron que en una de las camillas se encontraba el cuerpo sin vida de Martín Alejandro Sánchez de la Rosa, de 43 años de edad, con una herida de bala con orificio de entrada en la región del abdomen y de salida por la espalda.
Los elementos ministeriales entrevistaron a Enrique, de 63 años, quien manifestó ser padre del hoy occiso e informó que uno de los trabajadores de la construcción de su hijo le marcó para avisarle que estaban en el ISSSTE y que Martín estaba lesionado.
Dentro de la información que recopilaron es que Martín fue avisado de que habían encontrado a la persona que le robó material, razón por cuál salió en compañía de Luis Antonio, de 35 años de edad, con rumbo a Colinas del Saltito.
La versión de Luis Antonio fue que, aproximadamente a las 23:00 horas del domingo 8 de junio del 2025, fueron a buscar a Juan Andrés, ya que presuntamente es el responsable del robo de tepetate. Al tocar la puerta en repetidas ocasiones, sin tener respuesta, decidieron inspeccionar el domicilio; fue cuando Martín se asomó por una barda, cuando se escuchó la detonación, razón por la cual Luis fue a ver qué pasaba, y encontró al hombre de 43 años lesionado, y pidiendo que lo llevara al ISSSTE. En el camino, Martín cayó en estado de inconsciencia y al llegar al hospital presentó un cuadro de paro cardiaco, razón por la cual le realizaron reanimación cardio pulmonar por espacio de 17 minutos.
De lo anterior tomó conocimiento el agente del Ministerio Público, quien ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) para la práctica de la necropsia de ley, en tanto que los cuerpos del orden buscan al presunto agresor.