Impartición de justicia, a prueba
Finalmente ocurrió lo que vaticinaba todo el mundo. Finalizó el muy predecible y anticlimático proceso de selección de la nueva Fiscal General de la República. Será Ernestina Godoy, una mujer de todas las confianzas de la presidenta Sheinbaum, lo que la desacredita por no cumplirse el requisito de imparcialidad. Como parte de su discurso de aceptación al cargo lanzó una frase que la perseguirá durante los 9 años de su encomienda: "La Fiscalía no puede ser fuente de ilegalidad". Con 97 votos a favor del oficialismo y sus aliados, 19 en contra y 11 abstenciones resultó electa la hoy Fiscal Godoy. Sustituye en el cargo a Alejandro Gertz, un funcionario que priorizó la persecución política y promovió la dilación de la resolución de no pocos asuntos. Sin lugar a dudas que su destitución fue bien recibida por amplios sectores. Ahora lo que preocupa es que no se haya respetado lo que mandata la Constitución en el tema sobre la autonomía de la FGR y en donde se fundamenta su carácter de órgano público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio, lo que debería de redundar en independencia política del cargo y evitar el control directo del Ejecutivo para que la nueva Fiscal pueda desempeñar sus funciones libres de intervenciones ilegítimas de quien ha sido su jefa. Prometió imparcialidad absoluta. "No habrá persecución política ni impunidad", aseguró. Eso está por verse.
De manera inopinada, AMLO apareció en un video, el fin de semana pasado, para presentar su más reciente libro: "Grandeza" (Planeta, 2025). El acto en sí, desde luego que generó que se "alborotara el gallinero". La chairiza se entusiasmó ante el regreso de su patriarca y, por otro lado, en sus opositores provocó malestar y urticaria.Una regla no escrita del presidencialismo mexicano es que el antecesor en el cargo desaparece de la escena pública para no opacar a su sucesor. Las primeras planas y los primeros planos para el presidente en turno. Sin embargo, la aparición de López Obrador se encargó de tapar en algo la "renuncia" de Gertz Manero a la FGR. Dijo que no pretendía hacerle sombra a la presidenta Sheinbaum, pero lo hizo. Además, no perdió oportunidad para hacerse ver como un protector del país y que únicamente saldría a la calle y a la plaza pública por tres razones: defender a la patria, a la Presidenta y a la soberanía nacional. Por lo que respecta al libro, el año sabático que se tomó para escribirlo, como lo hacían grandes de la literatura como Proust o Joyce, hace que el resultado quede por debajo del nivel que se había esperado de él. A través de un pretendido relato histórico, carente de rigor académico, y con una prosa más emparentada a la de un maestro de rancho, intenta reivindicar a los pueblos y las culturas originarias, haciendo más grande la cicatriz en contra de los españoles porque, según él, el nuestro siempre fue un pueblo bueno y noble pero con la conquista nos pervirtieron los colonizadores, que fueron los que trajeron todo lo malo a estas tierras. Por cierto, el mamotreto en cuestión tiene un precio aproximado de entre 700 y 500 pesos; no pensó en dejárselos más accesible a sus seguidores del "pueblo bueno".
Mejor ya siéntese, señor.