
Inseguridad en La Laguna y la ausencia que pesa
Lo que actualmente sucede en la Laguna de Durango en materia de seguridad es, por decir lo menos, preocupante. Las denuncias por cobro de piso y extorsiones no solo han sido constantes en los últimos meses, sino que son una realidad que está afectando directamente a sectores clave para la economía regional como el agropecuario, el comercial y el de transportistas, por mencionar solo algunos.
El propio gobernador Esteban Villegas reconoce la compleja situación; sin embargo, el problema no es únicamente que estas prácticas delictivas estén ocurriendo, ya que el verdadero conflicto se profundiza cuando aquellos que deberían enfrentar las circunstancias con firmeza, en este caso quienes ocupan la cartera en el gabinete de seguridad, parecen mantenerse a una prudente distancia.
Y es que, en fechas recientes, la ausencia del mandatario estatal en reuniones clave con la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia de La Laguna, particularmente en un encuentro que él mismo había anunciado públicamente, dejó un sabor amargo entre los participantes, muchos de ellos representantes del sector empresarial duranguense en aquella región que viven con temor e incertidumbre, ante esta imparable oleada de crímenes.
Si bien es cierto que a dichas reuniones acudieron el secretario de Seguridad, Óscar Galván, y la Fiscal del estado, Sonia Yadira de la Garza, también lo es que los afectados esperaban y necesitaban la presencia directa del Gobernador. No para una foto o para el protocolo, sino para transmitirle de viva voz una realidad que, desde los escritorios de la burocracia, suele transmitirse distorsionada.
Tal desconfianza en la autoridad por parte de esta red ciudadana es legítima, puesto que, lejos de tintes políticos, simplemente actúa en busca de una buena gobernanza, al igual que el resto de la asociaciones civiles en la región que están respaldando la postura rechazando las cifras oficiales, pues los delitos que denuncian se mantienen en las sombras de la impunidad, traduciéndose en miedo y parálisis económica.
Se entiende que Esteban Villegas tenga una agenda apretada, pues nada fácil debe ser gobernar, menos un estado como Durango con tanta carencia y nulo desarrollo. No obstante, hay momentos en que la coyuntura exige más que voluntad para escuchar cara a cara a quienes viven con temor; a quienes están considerando cerrar sus negocios, dejar sus tierras o buscar protección privada ante la ausencia de soluciones públicas.
Paradójicamente, hay ligeros indicios de que la respuesta institucional ha comenzado a tomar forma. Luego de las reuniones recientes, las autoridades han reportado una disminución de hechos delictivos en el sector agropecuario, lo cual indica que sí hay capacidad operativa para contener estas expresiones criminales. Empero, ese primer paso no puede suplir la necesidad de una acción política más cercana, decidida y empática pero sobre todo contundente.
En La Laguna de Durango, los habitantes de aquella región no piden milagros pero tampoco quieren promesas al aire; piden que el titular del Ejecutivo los mire de frente y a los ojos, que les escuche con respeto y actúe con determinación. La paz social no puede construirse con simples discursos, sino edificarse con acciones consistentes y estrategias claras de buenos gobiernos.
EN LA BALANZA.- Mientras los duranguenses enfrentamos carencias y se nos arrincona en la austeridad, el secretario de Finanzas, Franklin Corlay, organiza una majestuosa fiesta de XV años para su hijastra, con lujos que insultan la inteligencia ciudadana. Lo más grave no es la ostentación, sino la nueva información que apunta a una presunta estafa de 364 millones de pesos a un despacho jurídico, al que el funcionario se negó a pagar tras haberle encargado la reingeniería financiera del estado, para después usar un despacho vinculado a él y cobrar esos mismos servicios. En cualquier democracia sana, estos hechos bastarían para exigir explicaciones inmediatas, investigaciones a fondo y consecuencias. En Durango, por ahora, reina el silencio.
X: @Vic_Montenegro