
¿Intolerancia a la lactosa? Estos son las principales señales
La intolerancia a la lactosa es una condición que afecta a millones de personas en el mundo y suele manifestarse cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, la enzima responsable de descomponer el azúcar natural presente en la leche y otros productos lácteos.
Aunque puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida, muchas personas no se dan cuenta de que la padecen hasta que los síntomas se vuelven frecuentes o molestos.
SEÑALES DE INTOLERANCIA
Entre los primeros signos que podrían indicar intolerancia a la lactosa se encuentran la distensión abdominal, es decir, una sensación de inflamación o hinchazón poco después de consumir leche, queso, helado u otros productos lácteos.
También es común la presencia de gases, ya que la fermentación de la lactosa no digerida en el intestino genera burbujas que provocan incomodidad o ruidos intestinales.
Otro síntoma frecuente es la diarrea o evacuaciones blandas, que se presentan tras ingerir alimentos con lactosa.
A esto se suman los dolores o calambres estomacales, que pueden aparecer entre 30 minutos y dos horas después del consumo, y en algunos casos, náuseas leves o una sensación general de malestar estomacal.
Es importante notar que la intensidad de los síntomas varía de persona a persona, y que muchas veces la intolerancia no implica eliminar todos los lácteos, sino aprender a reconocer los límites del propio cuerpo o elegir versiones sin lactosa.
Si se sospecha de ser intolerante, lo mejor es llevar un registro de lo que se come y la reacción que hay de ello.
Consultar a un médico o un nutriólogo puede ayudar a confirmar el diagnóstico y a diseñar una dieta adecuada para mantener una buena nutrición sin molestias.